La crisis de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob en Europa marcó un antes y un después en la dieta de los lobos de Galicia, que hasta el año 2000 se alimentaban principalmente de carroña de animales domésticos. Un nuevo estudio demuestra que, a partir de la normativa sanitaria europea que prohibió el abandono de ganado muerto, los lobos han aumentado su consumo de jabalíes, corzos y ponis salvajes, pero también el ataque a las explotaciones de vacuno ante la escasez de alimento en ciertas zonas.