Un nuevo estudio con participación española demuestra que el tratamiento anterior a la cirugía con ribociclib y letrozol tiene una elevada eficacia en pacientes con cáncer de mama precoz hormonosensible de alto riesgo. Los resultados apuntan que en estos casos se podría evitar la quimioterapia.
Los efectos secundarios de la quimioterapia la sitúan lejos del tratamiento ideal. Científicos españoles trabajan para optimizar su eficacia, usando nanopartículas de oro como vehículos para administrar los fármacos solo donde se necesita. En concreto, han usado la combinación de dos fármacos simultáneamente que ha dado buenos resultados en la reducción de células de cáncer de mama.
Químicos del CSIC han utilizado estructuras moleculares para matar células cancerosas, según el pH de su microambiente. El nuevo método, que se podría emplear en el futuro para el diseño de fármacos antitumorales, se ha probado con éxito en células de adenocarcinoma de pulmón.
Un nuevo estudio muestra que si inactivamos dos proteínas llamadas TAK1 y TGFBR1, que participan en la señalización celular del tejido normal asociado a los tumores, las células tumorales son más sensibles a la quimioterapia y se reduce la capacidad de metástasis de los tumores. El descubrimiento se basa en afectar el tejido asociado en vez de atacar directamente el cáncer.
Investigadores españoles han identificado el papel de la proteína omentina para contrarrestar los efectos negativos de los tratamientos oncológicos. Niveles bajos de dicha proteína están relacionados con enfermedad arterial coronaria, insuficiencia cardíaca e infarto agudo de miocardio.
Una investigación liderada por el Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona ha probado la eficacia de una nueva inyección intraocular contra el retinoblastoma en dos pacientes pediátricos. Para acabar con el tumor de la retina sin recurrir a la extirpación quirúrgica del ojo, este método –desarrollado a partir de un virus que mata las células cancerosas– se combinaría con la quimioterapia.
Combinar inmunoterapia con quimioterapia en pacientes de carcinoma epidermoide con metástastais “aumenta de manera significativa” la supervivencia de los pacientes. Así concluye un nuevo estudio, publicado en The New England Journal of Medicine, sobre este tumor que representa entre el 20 y el 30% de todos los casos de cáncer de pulmón y tiene peor pronóstico que otras variantes.
La mucositis oral es un efecto secundario de la quimio y radioterapia. Se trata de una inflamación aguda de la mucosa, que provoca heridas y llagas y actualmente no tiene tratamiento. Investigadores de la Universidad de Granada han desarrollado un tratamiento, probado en diez hospitales españoles, que reduce su incidencia casi a la mitad de los pacientes.
La proteína SOD3 es esencial para reprogramar los vasos sanguíneos que irrigan los tumores y potenciar el efecto de fármacos antitumorales. Un estudio, publicado en la revista Nature Communications, abre una nueva vía para mejorar la eficacia de tratamientos contra el cáncer ya existentes.
Las células tumorales con un elevado número de mitocondrias son más sensibles a la quimioterapia. Esto podría explicar por qué algunas células mueren tras el tratamiento antitumoral mientras otras, genéticamente idénticas, son capaces de sobrevivir y causar la reaparición del cáncer. La cantidad de mitocondrias podría servir para predecir la sensibilidad del paciente a un determinado tratamiento.