Investigadores de la UNED han medido el cortisol, una hormona implicada en el aprendizaje y la memoria, para identificar diferentes tipos de deterioro cognitivo ligero –en algunos casos, la fase previa al alzhéimer y otros tipos de demencia–. Los expertos han analizado los niveles de esta hormona en tres momentos del día y han descubierto que se encuentran alterados por la mañana en pacientes con este pronóstico.
Expertos del Centro Vasco sobre Cognición, Cerebro y Lenguaje y de la Universidad de la Universidad de California han mostrado por primera vez la red de regiones cerebrales que permiten la interacción entre el área prefrontal lateral y el hipocampo durante el control de memorias.
Una investigación dirigida por la UNED y el Beckman Institute (Estados Unidos) revela que los mecanismos cerebrales activados con la memoria involuntaria o implícita se ven afectados por el paso de los años. Hasta ahora, numerosos estudios habían demostrado que este tipo de memoria no se veía influida por la edad, como sí ocurre con la voluntaria o explícita, que se deteriora en las personas mayores.
Los sonidos pueden introducirse en el sueño profundo y hacer que los recuerdos asociados sean más claros al despertar. Así lo indica un nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Northwestern (EE UU) y publicada esta semana en Science, que muestra cómo la mente no se desconecta mientra duerme, sino que utiliza ese tiempo para la fijación de recuerdos.
Las personas podrían procesar mientras duermen cualquier cosa que haya sucedido durante el día.
Las técnicas de interrogatorio coercitivas empleadas durante el mandato de Bush para obtener información de sospechosos de terrorismo es probable que hayan sido infructuosas y que hayan tenido muchos efectos negativos no intencionados en la memoria y las funciones cerebrales de los sospechosos. Así lo indica un nuevo estudio publicado hoy en la revista Trends in Cognitive Science.
A menudo, la mentre crea falsos recuerdos de situaciones –por ejemplo, de la infancia- que aunque son reales, acabamos recordándolas porque nos han explicado muchas veces la experiencia vivida. La creación de falsos recuerdos es una área de estudio bien conocida y caracterizada, en especial a nivel judicial, por su impacto sobre declaraciones de los testigos y víctimas en juicios. Un estudio publicado en el Journal of Neuroscience apunta que el origen de los recuerdos falsos y verdaderos depende de diferencias estructurales en vías de conexión entre diferentes zonas del cerebro que procesan estas funciones cognitivas.
Prueban que la activación de la proteína CREB está implicada en los procesos de aprendizaje que funcionan a largo plazo. El estudio también evidencia que la sobreactivación de CREB puede tener efectos negativos, como la pérdida de neuronas.