Los científicos explican que es imposible que este animal pueda sustituir al bisonte representado en Altamira, porque esta especie prehistórica es distinta, definitivamente extinguida, que vivió en un hábitat, conocido como la ‘estepa del mamut’, que tampoco existe en la actualidad.
En una instalación singular del CSIC en Almería y en el Oasis Park Fuerteventura criaron a 43 gacelas Cuvier para ser reintroducidas en Túnez. El estudio de los tres años posteriores a este trabajo muestra el notable incremento de la población y sugiere la existencia de una variabilidad genética mayor que la de la población cautiva.
Desde que en 2010 viera la luz el primer buitre negro en la reserva prepirenaica de Boumort (Lleida), 58 pollos han nacido en esta colonia gracias al programa de reintroducción de la Generalitat de Cataluña.
A mediados del siglo XX, el quebrantahuesos, una de las especies con el mayor nivel de protección en la Unión Europea y España, desapareció del Parque Nacional de los Picos de Europa. Ahora, gracias a un proyecto de reintroducción, ha nacido en ese parque nacional el primer polluelo desde su extinción en 1956.
La restauración de las poblaciones de lince ibérico (Lynx pardinus) en la Península podría aportar efectos positivos en la abundancia de especies presa como el conejo y la perdiz. Sin embargo, según un estudio del CSIC, la presencia del felino podría tener una incidencia negativa en otros depredadores como el zorro y el meloncillo.
Desde hoy hasta el jueves, el zoológico Oasis Park de Fuerteventura y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas llevarán a cabo la reintroducción de 43 ejemplares de gacela de cuvier en su hábitat natural en Túnez, un paso fundamental en la recuperación de esta especie en peligro de extinción.
El bisonte europeo, importado de Polonia, vaga de nuevo por la isla danesa de Bornholm, donde se extinguió hace miles de años. También en Siberia se está creando un Parque del Pleistoceno reintroduciendo los animales que lo habitaron en el pasado, y lo mismo se plantea en Escocia con el lince europeo. Un estudio liderado por el español David Bravo Nogués desde la Universidad de Copenhague analiza estas y otras estrategias de conservación para valorar las consecuencias de ‘asilvestrar’ el medioambiente.
La cabra montés (Capra pyrenaica victoriae) fue reintroducida en la Sierra de Guadarrama (Madrid) en 1989. En la actualidad hay demasiadas. Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid, que han analizado su impacto sobre las plantas leñosas para saber cuál es la población admisible, demuestran que algunas especies protegidas como el abedul o el acebo pueden ver comprometida su conservación por la presencia de las cabras.
Momento en el que un buitre negro es anillado por especialistas de GREFA previo a su traslado. Esta especie aparece como 'vulnerable' en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. / GREFA.
Un estudio, en el que ha participado el Museo Nacional de Ciencias Naturales, propone un sistema para evaluar la idoneidad de los proyectos de reintroducción cuya aplicación ayudaría a frenar la extinción de especies al mejorar o eliminar los proyectos inadecuados.