Científicos del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo (IIM-CSIC), de la Universidad de Santiago de Compostela y de las universidades de Oregón (EE UU) y Aveiro (Portugal) han realizado un estudio multidisciplinar –que incluía análisis bioquímicos, sensoriales y físicos– con el que han logrado aumentar la vida útil de la caballa y el jurel congelado de entre 3 y 6 meses a rondar los 9 y 12 meses, lo que incrementa las posibilidades de su comercialización por el sector pesquero.