El ácido oleico promueve la migración de las neuronas y esto a su vez facilita la formación de sinapsis, el contacto entre estas células que permite transmitir los impulsos nerviosos. Un equipo de investigación del Instituto de Neurociencias de Castilla y León (INCYL) de la Universidad de Salamanca explica este hallazgo en un artículo publicado en la revista Brain Research.
Un equipo internacional de científicos ha descrito por primera vez el mecanismo molecular que regula la migración de las células Cajal-Retzius en los primeros estadios del desarrollo de la corteza cerebral, la capa más superficial del cerebro. Estas células fueron descubiertas por Ramón y Cajal a finales del siglo XIX.
Investigadores del Centro de Biología Molecular “Severo Ochoa” han identificado un mecanismo molecular que, tras ser manipulado, aumentó en ratas de laboratorio la capacidad de aprender y retener información espacial. Los autores afirman que estímulos del exterior pueden provocar que algunas sinapsis se potencien, mientras otras se debilitan.
Erwin Neher, premio Nobel de Fisiología o Medicina de 1991, considera que en la próxima década se pueden producir avances en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer o el párkinson, que permitan desarrollar tratamientos para curar o al menos detener el avance de estas patologías. Así lo ha expresado hoy en Salamanca durante su visita al visita al Instituto de Neurociencias de Castilla y León (Incyl).
Cerebro de la mosca de la fruta durante el estado de sueño. La imagen incluye el duende de los sueños, conocido personaje de la cultura celta.
Un equipo científico acaba de descubrir que el ácido D-aspártico (D-Asp) es un nuevo neurotransmisor que puede tener un uso terapéutico en la lucha contra enfermedades neurológicas como el párkinson o la esquizofrenia. En la investigación participan los expertos Jordi Garcia-Fernàndez, Salvatore D’Aniello e Ildiko Somorjai, del Departamento de Genética y del Instituto de Biomedicina de la UB (IBUB), y Enza Topo y Antimo D’Aniello, del Departamento de Neurobiología de la Estación Zoológica Anton Dohrn de Nápoles (Italia).
Investigadores del grupo NeuroDegeneración y NeuroReparación (Grunedere) de la Universidad de Cádiz han demostrado que el aumento de la expresión de la enzima Óxido Nítrico Sintasa Neuronal (nNOS) -que sintetiza el gas NO (Óxido Nítrico)- en neuronas de determinadas regiones del sistema nervioso central tiene como efecto la pérdida de entradas sinápticas, es decir, la pérdida de comunicación entre neuronas. "Esto podría ser la base de la pérdida de memoria y podría, además, influir en la neurodegeneración o muerte de neuronas", explica el responsable del estudio, Bernardo Moreno.
Los receptores Alfa 4-Beta-Delta GABAA interfieren en las señales que van hipocampo, comprometiendo la plasticidad sináptica y el aprendizaje.
Neuronas y espinas dendríticas.