Grandes ventanales y luz a raudales, un comedor de forma circular, pasillos con mobiliario de estilo modernista, una piscina y zonas ajardinadas. Este entorno configura el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja del CSIC, un centro de investigación inusual. Marta Castellote, su directora, explica que la actividad medular del centro es la innovación en la construcción con nuevos materiales: cementos de menor huella de carbono y hormigones que parecen de ciencia ficción. Castellote coordina ahora un proyecto sobre pavimentos que, mediante materiales fotocatalíticos, puedan reducir la contaminación de las ciudades.
Grandes constructoras españolas han comenzado a usar un software de simulación, desarrollado por dos investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña, que analiza por primera vez el ciclo de vida completo de una edificación, desde su creación al proceso de deconstrucción. La herramienta, que puede utilizarse en la nube, incluye aspectos como el consumo energético, los materiales y las repercusiones sociales. También permite simular escenarios para conocer los efectos del calentamiento global sobre las construcciones.
Investigadores del centro tecnológico Tecnalia han participado en el desarrollo de una aplicación para analizar las principales fuentes energéticas del sector del transporte, así como las energías alternativas. La herramienta web está basada en la metodología análisis del ciclo de vida y permite simular diferentes escenarios de desarrollo, producción y uso de combustibles, y compararlos entre sí.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad Politécnica delle Marche (Italia) han demostrado que las cubiertas verdes con elevada densidad de vegetación son un 60% más eficientes energéticamente que las que no incluyen vegetación. El equipo ha desarrollado un modelo matemático para poderlo analizar.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han desarrollado un modelo que predice con precisión el comportamiento térmico de las fachadas vegetales, teniendo en cuenta la climatología del entorno. Los resultados ayudan a evaluar el ahorro energético asociado a este tipo de instalaciones.
Los cuatro motores integrados del Solar Impulse funcionan gracias a las 17.000 células solares que se encuentran en las alas. / Solar Impulse
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y de la Universidad Miguel Hernández de Elche han conseguido incrementar la producción de biomasa utilizando lodos de depuradora como fertilizante de cultivos energéticos. En concreto han demostrado su eficacia en cosechas de cynara, un tipo de cardo.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona han analizado el consumo energético del turismo en la isla de Menorca. Se trata del primer estudio de este consumo en una isla teniendo presente el metabolismo energético completo de los núcleos turísticos. El estudio lo ha publicado la revista Energy Policy.
Después de trabajar seis años en la ONU, en Nueva York, Teresa Castro regresó a España para continuar con su carrera investigadora en el Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS) del CSIC. Allí se dedica a estudiar la demografía de la familia, un área en la que las bajas tasas de natalidad y el envejecimiento de los países desarrollados centran buena parte de las investigaciones. Ella y otros investigadores han analizado estas cuestiones en El déficit de natalidad en Europa. La singularidad del caso español, un libro que aúna rigor científico y afán divulgativo para explicar fenómenos determinantes para las sociedades desarrolladas.
Mercedes Hortal (Valencia, 1972) es ingeniera agrónoma y directora del Centro de Nuevos Materiales & Nanotech de ITENE, en Valencia. En su tesis evaluó el impacto ambiental de los envases y desde entonces ha trabajado para conseguir que, además de innovadores, sean respetuosos con el medioambiente.