Las dietas ricas en alimentos de origen vegetal se asocian a una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Los motivos de estos efectos son variados pero se ha especulado sobre la presencia en estos alimentos de fitoestrógenos, compuestos que poseen una estructura similar a los estrógenos, lo que les confiere propiedades como moduladores hormonales. Están presentes en los aceites de oliva vírgenes.