La tecnología utiliza los datos de muertes diarias de la población y la información de la Agencia Estatal de Meteorología para calcular los fallecimientos atribuibles a las altas temperaturas en los meses de verano. El equipo investigador trabaja para ampliar la recogida de datos entre mayo y octubre de 2024 e incorporar estimaciones a nivel provincial.
Un estudio con participación del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC señala que España es uno de los países más afectados por el cambio climático y que el año pasado fue también el año más seco en el noreste del país.
En lo que va de año, el fuego ha arrasado miles de hectáreas en el sur de Europa y el norte de África. En España, aunque la extensión de áreas quemadas no parece ir en aumento, los expertos observan menos focos, pero más grandes e intensos, lo cual los hace más peligrosos para la vida y el entorno. Señalan que con las actuales previsiones climáticas, el período de riesgo será cada vez mayor.
El cambio climático podría ser otro factor decisivo para el crecimiento de estos organismos milenarios, según los investigadores. Está probado que si aumenta la temperatura del agua, al año siguiente, las medusas tienen más facilidad para reproducirse en la misma zona.
El Secretario General de las Naciones Unidas afirma que este mes batirá récords ambientales. Además, identifica al ser humano como principal causante del aumento de las temperaturas.
El jueves continuaban activos una treintena de fuegos en la península itálica, donde varias familias han visto sus casas destruidas. Por su parte, Grecia informa que han sido 594 los incendios registrados durante los últimos diez días en su territorio.
El proyecto internacional ProMETEO, con la asesoría científica en España del físico Jose María Martín Olalla (Ourense, 53 años), está probando en Sevilla un sistema piloto que clasifica y nombra las olas de calor según su impacto en la salud. Si se alcanzan tres días con temperaturas superiores a 41 ºC, dan la voz de alarma. La primera con nombre propio fue Zoe, en un mes de julio de 2022 con cifras récord.
Los episodios de calor peligrosos y extremadamente peligrosos serán más habituales, incluso si se cumplen los objetivos climáticos del Acuerdo de París. Los científicos prevén en un estudio regiones difícilmente habitables al aire libre, sobre todo en los trópicos. A pesar de ser “escenarios aterradores” estamos a tiempo de prevenirlos.
Un equipo del Museo Nacional de Ciencias Naturales lleva trabajando con las poblaciones de herrerillo común de Valsaín (Segovia) durante más de una década. En un estudio reciente han comprobado cómo el incremento de la temperatura y la velocidad del viento y la reducción en las precipitaciones afectó a la abundancia de algunos parásitos.