La península ibérica está experimentando una deriva climática con un incremento de temperaturas, del que no están exentos los sistemas montañosos. Un equipo de científicos ha analizado series climáticas regionales del Pirineo central de 1910 a 2013 –los registros de clima más extensos hasta la fecha para esta zona– y concluye que desde 1970 el aumento de las temperaturas se ha acelerado sobre todo en primavera y verano.
A las puertas del verano las temperaturas ya están aumentando y cada vez lo harán más. El año 2015, y el mes de julio en particular, ya batió todos los récords desde que se tienen registros. Las previsiones apuntan a un incremento de las olas de calor, unidas a una mortalidad que parece pasar desapercibida pero que se lleva cada verano más de mil vidas en España.
Coincidiendo con la celebración del Día de la Tierra, la Organización de Naciones Unidas vuelve a reunir hoy a la gran mayoría de los países que aprobaron el pasado 12 de diciembre el Acuerdo de París para luchar contra el cambio climático. En un acto en su sede en Nueva York, los representantes de 168 Estados firmarán el documento. Es el primer paso hacia su ratificación y posterior entrada en vigor en 2020.
Durante los últimos 40 años, el aumento de temperaturas ha mejorado las condiciones climáticas del 80% de los estadounidenses, sobre todo en los meses más fríos. En consecuencia, la mayor parte de la población no exige medidas para luchar contra el cambio climático. Pero las proyecciones climáticas prevén que a lo largo del siglo los veranos sean mucho más cálidos y extremos.
Un estudio de la Universitat de València ha demostrado que las placas solares fotovoltaicas, más allá de un elemento físico que acumula microorganismos del aire o del polvo, también pueden alojar comunidades microbianas ricas, activas y adaptadas, con una gran variedad de bacterias y hongos. El Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva ha constatado la alta resistencia de algunas bacterias y su capacidad de adaptarse y colonizar entornos extremos.
El mes de julio ha sido extremadamente cálido, con una temperatura media de 26,5 ºC, un valor dos grados y medio por encima de la media de este mes. Se trata del julio más cálido de la serie histórica y ha superado el valor máximo absoluto de temperatura media mensual, que se había registrado en agosto de 2003 con 26,2º C. En cuanto a las precipitaciones, se han registrado valores más cercanos a los habituales.
Según varios estudios, encargados de recoger la temperatura global, en los últimos quince años –coincidiendo con el inicio del siglo XXI–, el calentamiento del planeta se ha estabilizado. Este fenómeno es lo que se conoce como el hiato del clima. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere ahora que no existe una disminución apreciable en la tasa de calentamiento entre la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del nuevo siglo.
¿Sería posible una Andalucía sin olivos, una Valencia sin naranjas o una Rioja sin vino? Según un informe sobre cambio climático, presentado en Madrid esta mañana, este escenario podría hacerse realidad si no se toman las medidas necesarias de forma urgente. El trabajo revela que con un aumento del 2 ºC podría tener un clima similar al del norte de África para 2050.
Un estudio internacional, en el que ha participado la Universidad Complutense de Madrid, ha demostrado que a lo largo de los últimos 1.000 años las diferencias entre las temperaturas del hemisferio norte y el hemisferio sur han sido mayores de lo que se creía. El uso de nuevos datos ha permitido demostrar que las simulaciones de los modelos climáticos sobrestiman el acoplamiento de las variaciones climáticas que tienen lugar en ambos hemisferios, lo cual tiene implicaciones para las predicciones de carácter regional.
Algunas especies de aves tuvieron en 2012 un mal año reproductor según los resultados del programa Paser de seguimiento de aves de la organización conservacionista SEO/BirdLife. La meteorología extrema pudo afectar y datos preliminares vaticinan que 2013 tampoco será un buen año para esta actividad.