La técnica de las serpientes que se camuflan en su entorno no es siempre suficiente, por eso algunas de ellas recurren a un truco aún más sofisticado: disfrazarse de presa –de araña, en este caso– para atrapar mejor a sus propias víctimas, que suelen ser pájaros. Así actúa la víbora cola de araña, protagonista de #Cienciaalobestia, descubierta hace diez años al oeste de Irán. Ahora ha sido observada por primera vez en acción.