Por primera vez un estudio con técnicas de neuroimagen en jóvenes de Barcelona muestra que la exclusión social incrementa el número de valores ideológicos y comunitarios por los que los jóvenes vulnerables a la radicalización están dispuestos a luchar y morir. Los resultados podrían ayudar a orientar políticas y acciones que contrarresten la vulnerabilidad a la radicalización y la propensión al extremismo violento.