Un estudio revela que el entorno de estos cuerpos celestes influye en la capacidad que tienen para crear estrellas, además de poseer características estructurales muy diferentes entre sí, en función de si están acompañadas o aisladas. Un ejemplo cercano es la Vía Láctea, que se encuentra en un triplete de galaxias masivas junto con Andrómeda y la galaxia Triángulo.