Científicos del Instituto de Biología Integrativa de Sistemas (I2SysBio) y otros centros internacionales han conseguido completar las versiones 4 y 5 del genoma de referencia de la vid (Vitis vinifera), donde se encuentran genes relacionados con la respuesta al estrés por plagas o por la falta de agua. Este hito ayudará a diseñar el viñedo del futuro.
Las parras para las uvas de mesa y el vino se domesticaron simultáneamente, hace 11.000 años, con la llegada de la agricultura. Así lo determina una investigación con la mayor muestra genética de plantas de vid recolectadas hasta la fecha en distintas ubicaciones geográficas.
Para evitar la expansión de una bacteria que amenaza a olivos, almendros, viñas y otros árboles mediterráneos, la Comisión Europea ordenó erradicar todas las plantas en riesgo de contagio localizadas a menos de 100 metros de una infectada. Pero ahora científicos del CSIC han comprobado que las cigarrillas que llevan el patógeno avanzan más de 2 km en un mes, así que se está replanteando la medida.
Un equipo científico con participación española ha secuenciado el ADN de semillas de uva antiguas, halladas en el sur de Francia, para trazar el árbol familiar de viñas antiguas y modernas. Muchos de los vinos que ahora consumimos en Europa son descendientes de variedades que tienen cientos de años.
Un equipo de científicos españoles ha descubierto la dosis óptima de un subproducto obtenido de la madera de poda de la viña que puede reemplazar al dióxido de azufre en la elaboración y conservación del vino. La utilización de este compuesto en lugar del dióxido de azufre (SO2), también conocido como sulfito o sulfuroso, reduce la problemática actual existente con estos aditivos, dando la posibilidad de reemplazarlos por este subproducto natural de la misma viña.
Es una de las plagas más dañinas para los viñedos de la península ibérica. Detrás del problema conocido como 'tornillo de la vid' está el insecto Xylotrechus arvicola, que tiene aspecto de avispa y perfora las cepas por dentro. Una investigación de la Universidad de León revela ahora aspectos básicos de su biología y da paso a soluciones que pueden ser biológicas. Los científicos creen que un hongo puede ser la clave para acabar con este problema.
Investigadores de la Universidad Pública de Navarra han diseñado dos tipos de sensores cuyas tecnologías permiten obtener, mediante métodos novedosos y menos costosos, información sobre el estado hídrico del viñedo. El primero aporta datos sin entrar en contacto con la planta y el segundo es un sensor magnetoelástico que indica cómo está creciendo la vid.
Investigadores andaluces reducen el tiempo de obtención de extractos de estilbenos, compuestos con propiedades antimicrobianas y antioxidantes, a tan solo 10 minutos mediante una técnica sencilla para aprovechar un subproducto de la industria vitivinícola del que se producen toneladas en cada campaña.
¿Conoce una parcela vieja con viñas? ¿Ha observado cepas aisladas en un paseo por el campo? ¿Tiene una vid vieja en la fachada de su casa o viñas de más de 30 años en su jardín? Con estas preguntas el proyecto de investigación Valovitis, que lidera el Laboratorio de Análisis del Aroma y Enología de la Universidad de Zaragoza, busca la colaboración de los ciudadanos para identificar especies de viñedos en peligro de extinción en Aragón y en el sur de Francia.
Un equipo de científicos ha determinado la diversidad de bacterias que se encuentran en la piel de la uva de las variedades garnacha y cariñena de la DOQ Priorat y también en el vino de crianza en barrica a través de la secuenciación masiva.