Las aves desarrollaron estrategias para mejorar la eficiencia de vuelo en una fase temprana de su evolución, hace al menos 125 millones de años. Es la conclusión de un estudio llevado a cabo por un investigador español en colaboración con el Museo de Historia Natural de Los Ángeles.
Los huevos de los pájaros tienen una variedad asombrosa de formas. Desde elípticas en colibríes, esféricas en búhos a ovoides puntiagudas en aves limícolas. Hasta ahora, no se sabía cómo y por qué han evolucionado hasta presentar diferentes diseños. Un nuevo estudio liderado por la Universidad de Princeton (EE UU) ha descubierto que estas formas dependen de las adaptaciones del ave al vuelo.
El cormorán de las Galápagos no vuela, pero es un excelente nadador. Darwin ya especuló que la pérdida de esta capacidad podría deberse a presiones evolutivas. Ahora, científicos de la Universidad de California han descifrado el ADN de esta especie y han descubierto que los mismos genes que acortaron sus alas son también responsables de trastornos óseos en humanos. Los autores creen que los hallazgos pueden servir para desarrollar nuevos tratamientos frente a este tipo de patologías.
Los mosquitos tienen una forma de volar diferente a la del resto de insectos voladores. Baten sus alas muy rápidamente, pero a un ángulo menor que los demás. Entonces, ¿cómo pueden hacerlo? Esta es la pregunta a la que un grupo internacional de científicos responde en un nuevo estudio en el que se describen las características aerodinámicas del vuelo del mosquito.
Los ruiseñores que migran por los cielos europeos rumbo a países del este, con primaveras más cortas, tienen las alas más largas que sus compañeros que migran hacia el oeste del continente. Esta es la principal conclusión de un estudio internacional con participación española. Hasta ahora, se pensaba que la distancia que recorrían las aves en sus migraciones era el factor más importante en la forma de las alas, pero esta investigación demuestra que el ritmo de avance de la primavera influye más.
Nueve ejemplares de zorzalitos de Swainson fueron utilizados para analizar su vuelo migratorio noctruno. / J. Craves
Un nuevo estudio muestra que las polillas halcón reducen la velocidad de su visión para conseguir captar más luz durante la noche. Aunque a cambio pierden parte de su velocidad de reacción, es suficiente para seguir las oscilaciones de las flores de las que se están alimentando. Estos hallazgos podrían ser utilizados por la aviación estadounidense para diseñar la próxima generación de robots voladores.
Miles de jóvenes aves marinas, entre ellas las pardelas cenicienta (Calonectris diomedea), abandonan el nido de noche para realizar sus primeros vuelos hacia el océano. Sin embargo, cada vez son más los casos detectados de polluelos que se desvían de su trayectoria inicial al ser deslumbrados por las luces de ciudades o carreteras, donde muchos de ellos acaban atropellados. Para reducir su mortalidad, un estudio, liderado por el CSIC, ha recogido con tecnología GPS cómo se produce esta desorientación.
Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han analizado las diferencias en la morfología relacionada con la habilidad de vuelo entre el abejorro europeo (Bombus terrestris) y el abejorro autóctono (Bombus dahlbomii), para ayudar a explicar la rápida expansión en la Patagonia del primero en detrimento del segundo. La introducción de nuevas especies es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta la biodiversidad.