Los inviernos en la zona noreste de Siberia –Yakutia, considerada la región más fría del mundo– pueden alcanzar temperaturas inferiores a los -70 ºC. Pero a pesar de este clima extremo, los caballos yakutos, esenciales en la supervivencia del pueblo yakuto, se han adaptado en menos de 800 años al frío de Siberia siguiendo las migraciones de esta población humana.