Investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC) y otros centros internacionales han logrado fabricar este silicato cristalino con poros extra grandes mediante la expansión y conexión de cadenas de sílice. Este material tiene aplicaciones en procesos de descontaminación y catalíticos.
Investigadores del Instituto de Tecnología Química han creado cristales metálicos con cinco y seis átomos que son estables en condiciones de alta temperatura. El nuevo material tiene aplicaciones industriales como catalizador para la producción de propileno, uno de los compuestos químicos más utilizados del mundo.
Investigadores del Sincrotrón ALBA y del Instituto de Tecnología Química (ITQ) han sinstetizado la estructura de una zeolita bautizada como ITQ-52. Este tipo de material microporoso puede tener aplicaciones industriales en tratamiento de gases, encapsulación de moléculas y mejoras en la obtención de gasolina.
Avelino Corma (Moncofa-Castellón, 1951) es el químico español más citado en las publicaciones científicas. Este investigador del Instituto de Tecnología Química (ITQ, centro mixto CSIC-Universidad Politécnica de Valencia) ha recibido este año la Medalla de Oro de la Década por sus investigaciones e innovaciones en química, un trabajo que ahora comenta con SINC.
El químico Avelino Corma.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han logrado sintetizar una nueva zeolita, la ITQ-40, con la menor densidad de red reportada hasta la fecha, lo que puede influir en su capacidad de actuar como catalizador en gran cantidad de procesos tanto industriales como de química fina. El trabajo se publica en la revista Proceedings of the National Academy of Science.
Investigadores del Instituto de Tecnología Química, centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Politécnica de Valencia, han sintetizado la zeolita ITQ-37 (Instituto de Tecnología Química-37), un tamiz molecular cristalino con el mayor diámetro de poro conseguido hasta el momento, aproximadamente 20 Å –angstrom-. El hallazgo, que aparece publicado en el último número de la revista Nature, abre nuevas aplicaciones a la separación y reactividad de moléculas en el ámbito de la química farmacéutica, la biología y la biotecnología.