Simulación de la fusión de los dos agujeros negros de los que proceden las ondas grativacionales detectadas. / LIGO/SXS
El observatorio LIGO en EE UU ha conseguido detectar por primera vez las ondulaciones en el tejido del espacio-tiempo, llamadas ondas gravitacionales. El descubrimiento confirma una predicción de la teoría de la relatividad de Einstein y abre una nueva vía para investigar el universo. La primera onda gravitacional observada se llama GW150914, y los científicos piensan que es fruto de la fusión de dos agujeros negros.
Los dos gigantescos detectores del experimento LIGO, separados 3.000 km en EE UU, han detectado las pequeñísimas vibraciones generadas por ondas gravitacionales procedentes de la fusión de dos agujeros negros. ¿Pero qué son exactamente esas misteriosas ondas y en qué consiste el experimento? Aquí están las claves para entender a los protagonistas del gran descubrimiento científico del año.
¿Le gustaría mandar un mensaje al espacio exterior? Ahora puede hacer realidad su deseo gracias al proyecto cultural A Simple Response to an Elemental Message, que desde el próximo otoño se encargará de enviar las opiniones sobre el futuro del planeta propuestas por personas de todo el mundo.
El 11 de febrero los responsables del experimento LIGO, un avanzado sistema de detección de ondas gravitacionales, ofrecerán en Washington una rueda de prensa para presentar sus últimos avances. La filtración del correo de un investigador apunta a que por fin se podrían haber descubierto estas ondulaciones del espacio-tiempo, cien años después de que Einstein predijera su existencia.
El radiotelescopio Parkes de Australia ha detectado 883 galaxias más allá de la Vía Láctea, de las que casi un tercio eran desconocidas para los astrónomos. El hallazgo se ha producido en el entorno del enigmático Gran Atractor, por lo que podría aclarar el misterio que rodea a este muro de galaxias que atrae a otras como la nuestra.
El espejo del telescopio espacial James Webb, tres veces mayor que el del Hubble, acaba de ser ensamblado. Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía participan en la definición de objetivos científicos del James Webb, que se lanzará en 2018 para, entre otros objetivos, estudiar los cuerpos del sistema solar.
Esta semana dos cosmonautas rusos han retirado del exterior de la Estación Espacial Internacional una plataforma en la que muestras de un liquen ‘vagante’ recogido en Guadalajara (España) llevaban expuestas a la radiación extraterrestre desde 2014. Ahora regresarán de nuevo a la Tierra para ver cómo estos y otros organismos han superado la prueba. El objetivo es conocer su capacidad de resistencia a condiciones espaciales y parecidas a las de Marte.