A la izquierda, Cuatro Ciénegas, y a la derecha, el cráter Gale por el que se mueve Curiosity en Marte. Imagen: L. Eguiarte Fruns//NASA/JPL-Caltech/MSSS.
Hace millones de años el fuego y el agua forjaron las rocas de yeso que conserva Cuatro Ciénegas, un valle mexicano similar al cráter marciano donde se mueve el rover Curiosity de la NASA. Ahora un equipo de investigadores ha analizado las comunidades bacterianas que han sobrevivido en estas inhóspitas pozas desde los comienzos de la vida en la Tierra.
Un equipo internacional de astrónomos acaba de presentar un catálogo de más de 84 millones de estrellas de la región central de la Vía Láctea. La imagen astronómica final, capturada gracias al telescopio VISTA del Observatorio Europeo Austral, es una de las más grandes jamás generada.
Mosaico gigapixel del centro de la Vía Láctea. Imagen: ESO/VVV Consortium.
Esta inédita vista de pájaro de Valles Marineris fue confeccionada a partir de los datos recogidos por la sonda Mars Express de la ESA a lo largo de 20 órbitas. Imagen: ESA
Recreación del choque entre dos cuerpos celestes. Imagen: NASA/JPL-Caltech.
Hace unos 4.500 millones de años se supone que un choque entre la joven Tierra y otro planeta originó el material con el que se formó la Luna. Según el modelo, nuestro satélite debería tener los elementos de aquel planeta desaparecido, pero son compuestos terrestres los que aparecen en las muestras lunares. Esta semana se publican en Nature y Science tres estudios que arrojan luz sobre esta contradicción.
Un equipo de astrónomos europeos ha descubierto un planeta de masa parecida a la de la Tierra orbitando muy de cerca la estrella Alfa Centauri B, en el sistema estelar más próximo que tenemos. Además, el exoplaneta es el más ligero detectado hasta ahora alrededor de un ‘sol’, según el estudio que publica hoy Nature.
Impresión artística con el planeta orbitando la estrella Alfa Centauri B. Imagen: ESO / L. Calçada.
Entre septiembre y octubre de 2008 se observó el asteroide ‘potencialmente peligroso’ 2008SE85, pero desde entonces se había perdido su pista. Hasta ahora, cuando un observador amateur alemán lo ha vuelto a localizar desde una estación que tiene la Agencia Espacial Europea en el Observatorio del Teide, en Canarias.