Tras varios retrasos por causas técnicas, el ‘Discovery’ ha despegado con éxito a las 22h53 (hora peninsular) de ayer jueves.
El transbordador espacial Discovery de la NASA ha despegado este jueves, poco antes de las 23 horas (hora peninsular), rumbo a la Estación Espacial Internacional (ISS). Se trata del último viaje del veterano trasbordador, que en esta ocasión transporta a seis astronautas, junto al androide Robonaut 2 (R2), el módulo multipropósito Leonardo y otros equipos.
Tras varios retrasos por causas técnicas, el ‘Discovery’ ha despegado con éxito a las 22h53 (hora peninsular) de ayer jueves.
Un equipo de astrónomos internacionales, entre los que se encuentra una investigadora del Centro de Astrobiología (INTA-CSIC), ha detectado, por primera vez, un objeto en el hueco que presenta el disco de material que rodea una joven estrella. Este objeto compañero y de muy baja masa podría ser una enana marrón, pero también un planeta, lo que ayudaría a conocer cómo se forman los sistemas planetarios.
La nave no tripulada de la Agencia Espacial Europea (ESA) llevará suministros a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Un equipo internacional con participación española ha descubierto la posible masa mínima para que surja una galaxia en la que se formen estrellas. La estadística apunta a que los halos de materia oscura que envuelven estas galaxias deben tener al menos una masa de 300 mil millones de masas solares.
El segundo Vehículo Automático de Transferencia (ATV-2) de la Agencia Espacial Europea partirá esta noche desde el Puerto Espacial Europeo en Kourou (Guayana Francesa) rumbo a la Estación Espacial Internacional. Allí descargará los suministros que transporta y permanecerá en órbita durante casi cuatro meses.
Los resultados previos de un proyecto de excelencia desarrollado por investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) apuntan ahora a un posible repunte en el número de planetas enanos en el Cinturón de Kuiper. El incremento se podría deber a la propia definición de planeta enano según la Unión Astronómica Internacional: cuerpos con diámetro suficientemente grande que les permite mantener un equilibro hidrostático.