Investigadores de Universidad Jaume I y otros dos centros europeos han demostrado por primera vez que un gas de electrones se puede acumular en nanohilos de varias capas mediante una técnica de uso comun en la industria conocida como dopaje remoto. De esta forma se ha alcanzado la movilidad electrónica más alta conocida en estos nanohilos, una propiedad muy valorada en nanoelectrónica.
Un equipo internacional liderado por científicos del CSIC ha logrado medir la cinética de cristalización de mezclas líquidas subenfriadas de para-hidrógeno (pH2) y orto-deuterio (oD2) moleculares, observando que es significativamente más lenta que en las sustancias puras. Estos resultados constituyen la primera evidencia experimental de ralentización de cristalización de origen cuántico.
Investigadores de CIC nanoGUNE, el ICFO y Graphenea proponen una plataforma tecnológica basada en antenas metálicas que permiten atrapar y controlar la luz en grafeno, un material de un solo átomo de espesor. La luz guiada y confinada en este material, de un solo átomo de espesor, puede ser dirigida y curvada siguiendo la óptica convencional, lo que abre nuevas oportunidades para el desarrollo de dispositivos y circuitos fotónicos más pequeños y rápidos.
La revista “NanoLetters” se hace eco de los resultados de un estudio en el que participan científicos españoles en torno a las propiedades de determinadas nanopartículas metálicas en forma de nanovarillas, debido que operan en modos de orden superior de las ondas electromagnéticas, que abren nuevas puertas en el campo de las nanoantenas.
En 1984 se presentó el primer protocolo de criptografía cuántica, una forma segura de intercambiar información privada explotando las propiedades de la mecánica cuántica, pero requiere seguir el rastro que dejan los espías. Ahora investigadores japoneses se han dado cuenta de que existe una fórmula para evitar los intentos de espionaje en lugar de detectarlos.
Investigaciones sobre el comportamiento de los fluidos, el plegamiento de proteínas, el aprovechamiento industrial del CO2 o la obtención de energía por fusión nuclear son algunos de los trabajos galardonados con los Premios de Física 2013 que han entregado este martes la Real Sociedad Española de Física (RSEF) y la Fundación BBVA.
Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores en Sevilla y otros 30 centros internacionales han confirmado que los niveles elevados de plutonio y yodo radiactivo que presentan las algas del mar Báltico se deben al impacto del accidente de Chernóbil en 1986, así como a las descargas de radionucleidos procedentes de la planta de reprocesamiento de Sellafield, en Reino Unido. El estudio forma parte de procesos de certificación para la Organización Internacional de la Energía Atómica.
El investigador Gustavo A. Schwartz, del Centro de Física de Materiales (CSIC-UPV/EHU) echa en falta el lado más pasional en la divulgación científica. Interesado en explorar las fronteras entre diferentes disciplinas, este físico cree en la necesidad de derribar las barreras que separan los distintos saberes para avanzar en el conocimiento. En respuesta a esta filosofía impulsa desde 2010 el proyecto Mestizajes, que investiga las conexiones entre ciencia y literatura, y un blog en el que las referencias a Poe, Borges o Cortázar se mezclan con otras sobre neurociencia, memoria o matemáticas.
Las dos características más importantes de los sólidos vítreos a bajas temperaturas persisten en vidrios altamente estabilizados. Así lo revelan muestras de ámbar con más de 110 millones de años de antigüedad recogidas en la Cueva de El Soplao, en Cantabria, y analizadas por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).
Investigadores del Instituto de Física Corpuscular en Valencia han desarrollado un nuevo detector para medir la desintegración beta, uno de los procesos radioactivos que se producen en el núcleo atómico. El nuevo sistema, basado en cristales de yoduro de sodio y probado con éxito en la instalación finlandesa IGISOL, permite obtener información más completa de un mecanismo clave para entender los procesos que se producen en el interior de un reactor nuclear.