Santiago Auserón, músico y doctor en Filosofía

“La filosofía me proporciona paisajes mentales y libertad”

Enfundado en un traje, de negro impoluto, el compositor Santiago Auserón (Zaragoza, 1954), también conocido por su álter ego Juan Perro, llegaba por la mañana temprano a la Facultad de Filosofía de la Universidad Complutense el pasado lunes para culminar un sueño. Tras veinte años de estudio, 500 páginas de manuscrito y cuatro horas de defensa de tesis, el vocalista de Radio Futura –considerado como el mejor grupo español de los 80– se doctoró en Filosofía.

“La filosofía me proporciona paisajes mentales y libertad”. Foto: Olmo Calvo
“La filosofía me proporciona paisajes mentales y libertad”. Foto: Olmo Calvo

La historia académica y vital de Santiago Auserón guarda algunas similitudes a la de Brian May, de la banda Queen, doctor en Astrofísica, que retomó su tesis treinta años después de iniciarla. Auserón iba para ingeniero de caminos –o así lo esperaba su familia– pero un libro de 6º de bachillerato truncó este destino y, más tarde, la música. El polímata Aristóteles y el pensador alemán Immanuel Kant lo atraparon con dieciséis años y, desde entonces, su interés por la filosofía no ha hecho sino crecer.

La importancia de la banda que lideró, Radio Futura, no tiene discusión en la historia musical reciente de España. Ahora, después de décadas de obstinación, tampoco la tiene el valor de su tesis Música en los fundamentos del logos, por la cual ha recibido el título de doctor.

¿Qué poder tiene la filosofía respecto a otras disciplinas?

Tiene la virtud de orientar la imaginación hacia las cosas que pueden ser contrastadas con la realidad, principalmente a través de la experiencia de otras personas, es decir, por medio del diálogo. Otras disciplinas dependen de técnicas especializadas. La filosofía se especializa en conceptos, que son como un vuelo general sobre datos contrastables, y en una presentación coherente o sistemática que aspira al rigor de las matemáticas. Nunca puede conseguirlo del todo, porque, si lo hace, se vuelve tautológica, es decir, no aporta nada. La filosofía aporta algo cuando se arriesga a contrastar experiencias y, en consecuencia, puede y debe ser discutida.

“La filosofía aporta algo cuando se arriesga a contrastar experiencias y puede ser discutida”

Ha comentado que tiene esta vocación desde los quince o dieciséis años. ¿Fueron las clases del instituto las que le introdujeron esa inquietud?

Fue el libro de 6º de bachillerato. Yo trabajaba como aprendiz de delineante y estudiaba en un pueblo de Huelva. Me examinaba como alumno libre en la capital. En el manual de filosofía me encontré con la teoría de la relación entre materia y forma de Aristóteles y con las ideas sobre el espacio y el tiempo de Kant. Me resultaron intrigantes y decidí que no iba a estudiar para ingeniero de caminos, como esperaba mi familia.

¿Cómo ve la nueva Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) que deja la Filosofía como asignatura optativa en 2º de bachillerato?

Imagínese. Yo no sabía lo que era la filosofía hasta que me encontré con este texto y, más tarde, con algunos buenos profesores. En la situación actual, quedaría descartado que un caso como el mío vuelva a producirse en España. Espero, sinceramente, que la reforma de la LOMCE sea reversible. Hay un rencor contra la especulación abstracta por parte de quienes creen que todo es interés inmediato. Occidente, en general, se inclina así hacia una especie de suicidio intelectual, por influjo del pragmatismo anglosajón. Esa tendencia se refuerza por la ignorancia arrogante de las élites.

Santiago Auserón /Olmo Calvo (Sinc)

Santiago Auserón /Olmo Calvo (Sinc)

En referencia a este tema, durante la presentación de su tesis se ha comentado que será necesaria la "interdisciplinaridad para sobrevivir", como ya ocurre en ciencias. ¿Es ese el camino?

En mi campo de investigación, las relaciones del canto con la filosofía, es evidente que, además de esta última, hay que estudiar algo de historia, métrica, filología y musicología. Para llegar a resultados rigurosos y perdurables, sería preciso trabajar en equipo, como hacen los científicos. Las cátedras de humanidades españolas se prestan poco a ello, pero las nuevas generaciones van a cambiar las cosas. Recientemente, los helenistas españoles, por ejemplo, se están poniendo las pilas, en relación con la música. Tenemos también excelentes musicólogos. A la filosofía le toca sacar consecuencias de todo ello.

“La Constitución debería incluir la protección de las humanidades, junto con las artes y las ciencias”

Estudió en la Universidad París VIII bajo la dirección del filósofo Gilles Deleuze. ¿Existen diferencias palpables entre Francia y España en la sensibilidad hacia las ciencias sociales y las humanidades?

En Francia, en Inglaterra, en Alemania y en Italia son muy conscientes del valor de sus ciencias sociales y sus tradiciones humanistas. El público tiene conciencia, a través de la escuela y de los medios de comunicación, de que esos valores están ahí y son compartidos. En España no ocurre lo mismo, pese a que la tradición humanista y letrada es igual de importante. Las cosas podrían ser diferentes. Nuestras universidades deberían ser centros internacionales de primer orden. Podríamos ofrecer al mundo nuestra riquísima tradición cultural, además del patrimonio histórico y lo que queda de los entornos naturales. La Constitución debería incluir la protección de las humanidades, junto con las artes y las ciencias.

¿Cuál ha sido su principal motivación para dedicar veinte años a una tesis?

La necesidad de conciliar la vocación filosófica con la práctica del oficio musical.

¿Qué proyectos se plantea a partir de ahora en el estudio de la filosofía?

Hay dos o tres temas en relación con la filosofía griega antigua que no he podido abordar en la tesis y que quiero tratar separadamente. Después me gustaría estudiar a fondo el fenómeno sonoro desde una perspectiva contemporánea.

“Para llegar a resultados rigurosos y perdurables en filosofía, sería preciso trabajar en equipo, como los científicos”

Se ha hablado muchas veces de la estrecha relación que existe entre la matemática, la física y la música. ¿Música y filosofía se relacionan de la misma forma?

La música y las ciencias exactas se relacionan según las proporciones de la octava musical y la física de la onda sonora. El fenómeno musical no responde por completo a razones numéricas, pero las leyes de la armonía siguen bastante de cerca la serie de los números naturales. De hecho, la armonía revolucionó la matemática de los griegos antiguos. Sin embargo, en la consonancia musical siempre intervienen factores difícilmente cuantificables. La filosofía interviene en esa relación entre los números y lo que escapa a toda medida en música.

¿Cómo ha influido la filosofía en su trabajo como músico y compositor?

Me proporciona paisajes mentales y también libertad respecto del show business.

¿En qué consisten las conferencias-conciertos que ha impartido en varios centros Cervantes y universidades tan prestigiosas como Harvard, Princeton y la Estatal de Nueva York?

La mayor parte se centran en las ideas contenidas en mi libro El ritmo perdido, acerca de la presencia del ritmo negro en Iberia desde hace siglos.

Por último, también se ha dicho en la defensa de su tesis que quien más elementos tiene para reflexionar sobre filosofía “es quien se moja todos los días con su trabajo". ¿Cómo se moja un músico de rock en su día a día en este campo, aparte de dedicando parte de su vida a una tesis doctoral?

Permanezco muy atento al entorno en que acontece el fenómeno sonoro y musical, al modo en que las relaciones interpersonales –entre los músicos, con el público–, los espacios acústicos y la electrónica condicionan la percepción de la música. Ese es el mar de sensaciones en que me mojo.

Fuente: Sinc
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