Doctora en matemáticas y catedrática en la Universidad de Sevilla, Clara Grima es además Mati, una pelirroja a la que le encanta explicar matemáticas a sus dos amigos Sal y Ven, dos hermanos –sus hijos en realidad– que, junto al perro Gauss, aprenden cada semana en el blog ‘Mati y sus matiaventuras’. Debido a su éxito, el 12 de marzo se publica el primer tomo de la colección: ‘Hasta el infinito y más allá’, un libro ilustrado por Raquel Garcia.
¿Cómo nacieron Mati y sus matiaventuras?
Yo siempre había explicado matemáticas a nivel universitario, y nunca me había preocupado por hacerlo a un nivel más elemental, hasta que nacieron mis hijos. Mientras hacíamos galletas les planteaba retos matemáticos. Un día publiqué en mi blog una conversación que había tenido con mi hijo sobre Dios, π y el infinito que tuvo mucho éxito, hasta el punto que incluso Pablo Herrero me quiso entrevistar en Radio Nacional. Tras esto conocí a Raquel, la ilustradora, y decidí hacer un blog de cuentos para los niños, pero también para los padres y los profesores, porque da una idea de cómo se puede contar una historia que explique matemáticas.
Entonces Mati nació en la blogosfera. ¿Cómo se produjo el salto del blog al papel?
Desde el principio del blog de Mati y sus matiaventuras en Pequeño Libro de Notas –el semanario infantil de Libro de Notas–, una pequeña editorial se mostró interesada. La idea era empezar con el blog, ver cómo funcionaba y evolucionaban los personajes, e ir aprendiendo. En 2011 ganamos el premio 20Blogs, tuvo mucha repercusión incluso en la prensa, y después de eso Espasa se puso en contacto con nosotras.
¿El libro recopila las historias del blog o tiene contenido nuevo?
Tiene algunos temas que se han retocado del blog, de una forma más reducida pero sin que se pierda –espero– la comprensión. Básicamente combina temas que ya se han visto en el blog de Mati y sus matiaventuras, y otros nuevos inéditos.
¿El libro está dirigido solo a niños?
En teoría está dirigido a niños a partir de diez años, pero yo cuando lo escribo también pienso en los profesores de secundaria e incluso en los padres. Cuando leo un libro de divulgación, agradezco como madre que me cuenten algo de forma sencilla para que yo luego se lo pueda explicar a mis hijos. Así como quiero que mis hijos sepan quién es el Quijote, también quiero que hayan oído hablar del bosón de Higgs. Quiero enseñar a los padres que las matemáticas son muy bonitas para explicarlas a los hijos, y a los profesores les doy un bonus: si los alumnos se portan bien, al terminar la clase el profesor les cuenta una aventura de Mati.
Porque las matemáticas interesan a la gente una vez las entiende…
Cuando explico matemáticas a un amigo, al principio se muestra reticente, pero cuando lo entiende sonríe. Para que te guste algo primero tienes que entenderlo, es imposible apreciar el fútbol si no sabes las reglas. Y lo mismo con el arte o la música, no es algo exclusivo de la ciencia y las matemáticas. Estoy segura de que a todo el mundo le gustan las matemáticas cuando las entiende. Lo que pasa es que hay que hacer que la gente se acerque de una forma atractiva. La gente vive con prisas y tienes que hacer una cosa fácil, para atraparlo en la red, y empaparlo gotita a gotita.
El libro de Mati y sus matiaventuras lleva por título ‘Hasta el infinito y más allá’. ¿Hasta dónde pretende llegar con él?
Hasta el infinito [risas]. Eso depende de la editorial Espasa, pero la idea es esa. Por eso el libro no se llama Mati y sus matiaventuras a secas, sino que tiene el título de Hasta el infinito y más allá, con idea de una posible colección abierta. La intención es hacer libros pequeñitos para no asustar. Como dice mi hijo pequeño, “es tan pequeñito que entran ganas de leerlo”.
¿Cómo compagina en su vida la ciencia y la divulgación?
Muy mal [risas]. Es difícil, porque Mati sale del escritorio en el que estoy sentada ahora, por las noches, cuando los niños se acuestan, pero evidentemente con la ayuda de mi marido y mi familia, y sin ellos no podría ser. No es algo fácil.
Se está viviendo en España una etapa muy fructífera de divulgación científica por internet, con proyectos que en algunos casos se terminan publicando en papel. ¿La divulgación 2.0 está viviendo una edad dorada?
Me parece fantástico porque yo la estoy consumiendo. Cada vez hay más blogs y cada vez mejores. Soy colaboradora de Naukas y me parece un portal muy interesante, aunque creo que me van a echar por no colaborar [risas]. Me parece muy necesario saber de ciencia, igual que me parece necesario saber de política o de literatura. La gente no sabe nada de muchas cosas una vez que sale de su círculo.
Sacar a la gente de su círculo de intereses puede ser un desafío.
Portada del libro.
Quienes estamos en este ámbito vemos que hay cada vez más difusión de la ciencia, pero no sé si eso sale de la comunidad hacia el resto del mundo. Los que nos acercamos a la ciencia ya estamos interesados en ella, pero el resto de la gente no la busca. Este bum de divulgación lo estamos aprovechando los que ya estamos interesados, y el reto es sacarlo fuera. Por ejemplo, divulgación científica en horario prime time, como ocurre en Japón.
Ayer Nature dedicó su portada a la igualdad de la mujer científica. ¿Crees que existe sexismo en la ciencia?
Mi opinión, sinceramente, es que no. Yo nunca me he sentido discriminada ni menos favorecida por ser mujer. Lo que sí hay es un problema por cuestiones de naturaleza. La carrera de una mujer científica, si quiere ser además madre, se ralentiza, porque hay un momento en el cual tienes que parar tu carrera y dejar de publicar, y los que siguen hacia adelante son hombres. Hay muchos padres que se dedican a sus hijos, mi marido es uno de ellos, pero no es lo mismo porque los cambios físicos, el parto y la baja maternal lo lleva la mujer. Por otra parte, los criterios de paridad en la ciencia me parecen innecesarios, yo no quiero estar en un puesto por el hecho de ser una mujer. Quizá en otros ámbitos tradicionalmente más machistas sí que es necesario, pero en el caso de la ciencia no.
¿Hay algún libro de divulgación que le haya gustado últimamente? Y no sirve Mati y sus matiaventuras.
Uno que he descubierto hace poco es La magia de la realidad, de Richard Dawkins, que me parece un libro imprescindible. Se lo regalamos a mi hijo y yo lo recomendaría para todas las edades y a todo el mundo. También estoy leyendo ahora Neurociencia para Julia, de Xurxo Mariño, que me está encantando porque no tengo ni idea del tema, y la forma de presentar el tema es muy agradable. La neurociencia es como las matemáticas, difícil de entender pero a quién no le puede interesar.