De los 15 parques nacionales que conforman la red española, el del Teide es el más visitado, con una media de tres millones de turistas al año. Manuel Durban, su director, está estos días en el Congreso Mundial de Parques Nacionales en Sídney (Australia). Sin entrar a debatir sobre la nueva Ley de Parques, Durban señala la necesidad de conseguir un turismo de calidad.
¿Qué ha venido a presentar el Parque Nacional del Teide al Congreso Mundial de Parques en Sídney?
Mi intervención era sobre un caso concreto: cómo conservar la diversidad genética en especies amenazadas y utilizar esta técnica para adaptar y conseguir éxito ante los cambios que el calentamiento global está produciendo.
¿Cuáles de estos planes de conservación se aplican en el caso del área protegida de Tenerife?
Tenemos dos planes oficiales aprobados desde hace varios años para la recuperación de especies en peligro crítico. Empleamos dinámica de poblaciones, biología reproductiva y estudios genéticos.
¿Y cómo han repercutido en la preservación de las especies endémicas del parque?
Se han conseguido éxitos importantes en este campo. Un ejemplo claro es el del arbusto Helianthemum juliae, de los que se han traslocado ejemplares balanceados genéticamente desde sus localidades originales. Según los estudios de dinámicas de poblaciones y a pesar de todos nuestros esfuerzos, en un plazo de cien años había un 90% de posibilidades de la extinción de la especie que únicamente se encuentra en Tenerife debido al incremento de las temperaturas y a la disminución de la precipitación.
¿Cómo saben en qué lugares va a poder sobrevivir mejor?
Estudiando las diferentes capas en sistemas de información geográfica. No solo de geología, sino también viendo cómo han evolucionado las temperaturas y las lluvias con el cambio climático en los últimos 50 años. Se han buscado nuevas localidades donde, además del sustrato o la pendiente, la previsión de cambio climático sea favorable a la supervivencia de la especie. Estas traslocaciones de población han dado muy buenos resultados.
¿Qué presiones sufre el Parque del Teide, aparte del cambio climático?
Trabajamos intensamente en la presión de herbívoros introducidos, como el conejo y el muflón. No generan un peligro a gran escala pero afectan a la conservación de los recursos naturales. Y, por otro lado, el gran reto de futuro es conseguir calidad de las visitas. Es el parque nacional más visitado de la red, con más de 3 millones de turistas al año. El gran reto de futuro para el Parque del Teide es conseguir visitas de calidad.
¿A qué se refiere con ‘calidad’?
Queremos conseguir implicar a nuestros turistas en el campo de la conservación. Que se preocupen por estos temas que atañen a la naturaleza.
¿Cómo cree que repercutirá en estas visitas los sondeos de prospección petrolífera que se han iniciado esta semana en las costas de Canarias y la posterior explotación?
Es un tema en el que el Parque Nacional no entra, o por lo menos yo, como técnico. Está en debate y es una cuestión política.
También cuentan en la isla con un observatorio meteorológico, ¿colaboran con ustedes en los estudios que realizan?
Es un observatorio puntero para la observación del cambio climático. La interrelación entre los estudios que realizamos nosotros en el interior del parque sobre cómo van cambiando poco a poco los ecotonos o el cambio de especies, junto con todos los datos climáticos que nos da el observatorio meteorológico, son un plus para realizar estudios científicos.
En este congreso participan tan solo dos parques nacionales españoles, el que usted dirige y el de Sierra Nevada, que ha entrado en la Lista Verde. ¿Aspiran también a formar parte de este grupo?
Es uno de los temas que hemos estado siguiendo más de cerca en Sídney. Tenemos que hacer primero una evaluación de los costos en recursos humanos y financieros que supone la integración en la Lista Verde. A partir de ahí se tomarán las decisiones oportunas por parte de la Consejería. El Parque del Teide está en la Red Natura, y es además Patrimonio Mundial, pero creo que esta lista tiene valores añadidos importantes. Como en todo, hay que evaluar los costes.
Por último, ¿qué opinión le merece la nueva Ley de Parques Nacionales?
Llevo casi treinta años en conservación de la naturaleza y gestión de espacios protegidos, y facilito los informes técnicos que me solicitan, pero nunca se me ha ocurrido inmiscuirme en un debate del poder legislativo. Es mi posición personal.