Los cambios que ha experimentado el sector cinegético en los últimos años ha llevado a un aumento de densidades y como consecuencia a un cambio en los manejos de las poblaciones, como la incorporación de la alimentación suplementaria, la introducción de individuos desde otras poblaciones e incluso la administración de tratamientos preventivos. Por esto nace la Calidad Cinegética, para fomentar la caza de modos sostenibles, viable y eco-compatible. Esta tesis determina qué factores pueden ser utilizados como indicadores para la evaluación de la calidad cinegética en poblaciones de ciervo ibérico.
La investigadora del departamento de Anatomía, Biología Celular y Zoología de la Universidad de Extremadura, Leticia Castillo, ha abordado en su tesis doctoral los efectos de los manejos cinegéticos en las poblaciones de ciervo ibérico, desarrollando indicadores y procedimientos para la evaluación de la Calidad Cinegética. Para ello, ha visitado cerca de 20 fincas extremeñas, entre la Sierra de San Pedro y el Parque Nacional de Monfragüe.
Leticia Castillo ha querido desmitificar algunas de las tradiciones sobre las que se erigían los manejos cinegéticos que carecían de fundamento científico. El estudio se ha dividido en tres partes que hacen referencia a las tres funciones vitales de todo ser vivo: supervivencia o sanitaria, donde se han muestreado 560 animales; desarrollo, en la que se han analizado cerca de 200 desmogues (los cuernas que se caen) y reproducción.
En la fase de supervivencia, se ha observado que los manejos cinegéticos tienen un importante efecto en la salud de los individuos. Situaciones que favorecen la agregación de animales, la alimentación suplementaria o un bajo número de charcas pueden propiciar el desarrollo de patologías como la tuberculosis o cargas parasitarias.
Castillo destaca que lo importante en los manejos es el modo en el que se lleven a cabo. Por ejemplo, la alimentación suplementaria es necesaria porque en determinadas épocas, como al final del verano, el alimento escasea y se debe suministrar. Pero, si esa aportación no se realiza adecuadamente, puede provocar consecuencias negativas: una alta agregación de animales supone transmisión de enfermedades, más peleas y roturas de cuernas.
Estos inconvenientes se podrían solucionar si se emplearan comederos fijos e integrados en el ambiente que siempre dispusieran de alimento. Así, el ciervo podría acudir siempre que lo deseara y no comer con ansia cada vez que se produjera el suministro de alimento, hecho que evitaría además la agregación. También es recomendable elevar los comederos del suelo, para que otros animales, como los jabalíes, no logren acceder.
Otro manejo como el tratamiento antiparasitario, que en principio se creía positivo, se ha demostrado que tiene el efecto contrario porque para administrarlo se necesita la agregación de animales, lo que favorece la transmisión y el aumento de cargas parasitarias.
En cuanto a las charcas, el primer paso es estimar cuántas son necesarias en relación a la extensión de la finca. Una vez que se obtiene el dato, hay que determinar si se deben construir más o preparar las que ya existen. Durante el verano o en periodos de sequía, se tiene que efectuar un seguimiento del nivel del agua, para evitar que los ciervos beban del barro, donde se promulgan gran cantidad de bacterias y parásitos y se eleva el riesgo de contaminación.
Calidad de las cuernas
En la etapa de desarrollo, se ha estudiado la calidad de las cuernas como un carácter que se renueva cada año, a través de los desmogues (cuernas que se caen). Los resultados varían dependiendo de las condiciones ambientales, ya que las cuernas se caen en primavera y crecen en los meses sucesivos.
El trabajo de investigación presenta de manera innovadora el empleo de ultrasonidos para determinar de un modo riguroso la calidad de las cuernas, en contraposición a métodos tradicionales donde se realizaba a través del peso y las medidas. Se trata de un procedimiento objetivo que goza de multitud de ventajas, por lo que se va a proponer su uso a la Junta de Homologación de Trofeos de Caza.
Cambios en la reproducción
En la fase de reproducción, se ha estudiado como los factores ambientales pueden modificar el periodo de berrea, de tal forma que resulta necesaria una buena condición corporal para poder realizar la reproducción en un momento óptimo.
También se concluyó que resulta insuficiente un solo conteo durante el periodo de berrea porque los grupos de hembras y machos varían durante este tiempo. Para obtener una información óptima sobre las poblaciones es necesario realizar tres conteos: al principio, en el punto máximo (sobre la mitad) y al final de la berrea.
Los resultados de este trabajo de investigación podrían constituir una Norma de Calidad Cinegética, facilitando la gestión correcta y la calidad de las poblaciones de ciervo ibérico. La autora de la tesis también planea recoger las conclusiones en un libro al que tuviera acceso cualquier veterinario o propietario de fincas para que pudieran poner en práctica las medidas estudiadas.