Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto 96 pequeños y débiles cúmulos estelares, ocultos hasta ahora por el polvo en la Vía Láctea. El descubrimiento se ha realizado con el telescopio de rastreo infrarrojo VISTA del Observatorio Europeo Austral (ESO).
Con los datos del telescopio VISTA en el Observatorio Paranal de ESO, un equipo de astrofísicos ha descubierto 96 nuevos cúmulos estelares abiertos, ocultos por el polvo en la Vía Láctea. Estos objetos pequeños y débiles fueron invisibles para sondeos anteriores, pero no pudieron escapar de los poderosos detectores infrarrojos del telescopio más grande del mundo para rastreos.
Los resultados, que serán publicados en la revista Astronomy & Astrophysics, se producen tan sólo un año después del inicio del programa VISTA Variables in the Via Lactea (VVV), uno de los seis sondeos públicos que está llevando a cabo el nuevo telescopio. Se trata de la primera vez que tantos cúmulos estelares débiles y pequeños se encuentran de una sola vez.
"Este descubrimiento pone de relieve el potencial de VISTA y del estudio VVV para encontrar cúmulos estelares, en especial los que se esconden por el polvo en regiones de formación estelar en el disco de la Vía Láctea", indica Jura Borissova, autor principal del estudio.
La mayoría de las estrellas con más de la mitad de la masa del Sol forman grupos, llamados cúmulos abiertos. Estos cúmulos son los bloques de formación de las galaxias y resultan vitales para la formación y evolución de galaxias como la nuestra.
Sin embargo, los cúmulos estelares se forman en regiones con mucho polvo, que absorben la mayor parte de la luz visible que emiten las estrellas jóvenes. Sólo los más grandes y brillantes son fáciles de ver. Se hacen invisibles a la mayoría de los rastreos del cielo, pero no para el telescopio infrarrojo VISTA, de 4,1m.
"Con el fin de rastrear la formación de los cúmulos estelares más jóvenes, hemos concentrado nuestra búsqueda hacia zonas donde se conoce que hay formación de estrellas; y en las regiones que parecían vacías en los anteriores sondeos de luz visible, los detectores infrarrojo de VISTA han descubierto muchos objetos nuevos", destaca Dante Minniti, científico principal del programa VVV.
La ayuda del software
Con un software muy especializado, el equipo fue capaz de eliminar las estrellas en primer plano que aparecen al frente de cada cúmulo para contar los miembros verdaderos del cúmulo. Posteriormente, se hizo una inspección visual de las imágenes para medir su tamaño.
Para los grupos más poblados se hicieron otras mediciones, como la distancia, la edad y la cantidad de enrojecimiento de la luz de las estrellas causada por el polvo interestelar.
"Hemos encontrado que la mayoría de los cúmulos son muy pequeños y sólo tienen entre 10 y 20 estrellas. En comparación con los típicos cúmulos abiertos - se trata de objetos muy débiles y compactos - el polvo frente a los cúmulos los hace parecer de 10.000 a 100 millones de veces más débiles en luz visible”, explica Radostin Kurtev, otro miembro del equipo. “ No es de extrañar que estuvieran ocultos ".
Desde la antigüedad sólo 2.500 cúmulos abiertos se han encontrado en la Vía Láctea, pero los astrónomos estiman que podría haber hasta 30.000 ocultos todavía detrás del polvo y gas.
“Acabamos de empezar a utilizar el software automático más sofisticado para la búsqueda de los cúmulos menos concentrados y más antiguos, pero estoy seguro que muy pronto vendrán muchos más ", predice Borissova.