Científicos del tercer proyecto Exploración Digital del Espacio Sloan (Sloan Digital Sky Survey, SDSS-III) han creado el mapa en 3D más grande del universo lejano a partir de la observación de cuásares, los objetos más brillantes del cosmos que permiten detectar el hidrógeno intergaláctico. Este mapa proporciona una visión del universo sin precedentes: cuando sólo tenía 3.000 millones de años (ahora tiene 14.000 millones). En este trabajo, dirigido por Anze Slosar, profesor del Laboratorio Nacional de Brookhaven, también han participado Jordi Miralda, investigador ICREA del Instituto de Ciencias del Cosmos de la UB, y Andreu Font Ribera, estudiante de doctorado de la UB del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC).
Mediante el Espectroscopio Detector de Oscilación de Bariones (Baryons Oscillation Spectroscopic Survey, BOSS), el equipo del SDSS-III ha observado 14.000 cuásares, unos objetos astronómicos formados por agujeros negros gigantes que se pueden observar a miles de millones de años luz de la Tierra gracias a su gran luminosidad. La luz emitida por los cuásares, a lo largo de su recorrido hacia la Tierra, atraviesa las nubes de gas de hidrógeno intergaláctico, que la absorben a determinadas longitudes de onda. Tal como explica el investigador Jordi Miralda, "mediante este sistema podemos determinar la distribución de gas intergaláctico en el universo primitivo, y ver cómo se formaron los cúmulos y supercúmulos de galaxias a grandes escalas a partir del colapso gravitatorio".
Según Miralda, "la observación de la absorción de hidrógeno en los quásares es una nueva manera de medir la estructura a gran escala del universo, que hasta ahora sólo se había hecho observando galaxias". Las observaciones de galaxias y de sus movimientos habían permitido medir el colapso de estructuras por medio de la gravedad y llegar hasta el momento en que el universo tenía unos 7.000 millones de años. "Ahora, al estudiar el gas intergaláctico, hemos retrocedido hasta los 3.000 millones de años", concluye Miralda.
A partir de estos resultados, que se han presentado en la última reunión de la Sociedad Americana de Física, también se ha podido comprobar que el mapa obtenido por el grupo del SDSS-III concuerda bastante bien con el modelo informático diseñado por el doctorando Andreu Fuente Ribera para describir el movimiento del hidrógeno intergaláctico durante la formación de los cúmulos galácticos. "Con esta información podemos comparar el universo del pasado con el actual y saber cómo ha cambiado en este tiempo", apunta Font Ribera.