Crean un sistema de sensores inalámbricos para optimizar la gestión del vino

El proyecto nacional Sitelviña, centrado en la introducción de nuevas herramientas TIC en el control y la gestión de viñedos y bodegas, ha desarrollado un novedoso sistema de sensores inalámbricos que serán aplicados en las bodegas. La iniciativa está liderada por el Grupo de Investigación de Procesos Enológicos (Uvamox) de la Universidad de Valladolid, y en ella participan también varias empresas, como la bodega zamorana Pago de Cubas, que pondrá en funcionamiento el sistema.

La bodega Pago de Cubas de Zamora y el Grupo Uvamox de la Universidad de Valladolid, en un proyecto nacional que aplica nuevas tecnológías al control del viñedo y la bodega
Investigadores del Grupo Uvamox de la Universidad de Valladolid, con sede en la Escuela de Ingenierías Agrarias del Campus de Palencia. Imagen: DiCYT.

En el proyecto, que cuenta con una financiación cercana a los dos millones de euros a través del Plan Avanza 2, tres empresas españolas junto con el Grupo Uvamox desarrollarán un novedoso sistema de sensores inalámbricos que serán finalmente implementados en las bodegas zamoranas, usuarias finales de la tecnología.

El desarrollo de este sistema de sensores inalámbricos integrará tres tipos de tecnologías diferentes. La primera son sistemas de sensorizado inalámbrico cuya principal ventaja es su bajo coste. Estos dispositivos recogerán, entre otros datos, “información de su entorno como el estado del suelo, el crecimiento de las vides, el ambiente de la sala de barricas, la fermentación o los ensayos en los laboratorios enológicos”, detalla Raúl Crespo, ingeniero agrónomo de Grupo de Investigación de Procesos Enológicos (Uvamox) de la Universidad de Valladolid.

Todos estos datos "serán enviados a un servidor central que procesará la información en tiempo real", agrega Crespo. En este sentido, se prevé la creación de una novedosa interfaz que posibilitará a los usurarios el control de la explotación desde dispositivos móviles táctiles como smatphones o tablets, lo que contribuirá “a un control más exhaustivo de los diferentes parámetros del proceso de producción”, añade el investigador.

Lectura sin contacto

Otra de las tecnologías que incluirá el sistema es la denominada Near Field Communication (NFC, por sus siglas en inglés), una tecnología de comunicación inalámbrica de corto alcance que permite una interconexión entre dispositivos electrónicos “de una manera intuitiva, sencilla y simple”. De esta forma, el usuario podrá interactuar con distintos elementos sin necesidad de pasar por la red de control, solo acercando a ellos el teléfono móvil o la tablet.

Finalmente, señala Crespo, “se diseñará una arquitectura innovadora basada en el concepto IoT o Internet of Things, que posibilita combinar las comunicaciones inalámbricas con el uso de la tecnología de lectura sin contacto NFC”. A través de esta arquitectura, se podrá interactuar, personalizar y gestionar los diferentes dispositivos.

Cultivo predictivo

Como recuerda el ingeniero, tradicionalmente este control se ha realizado de forma manual “con lecturas puntuales de unos pocos parámetros”. A su juicio, conocer mejor toda la información de la explotación facilitará un cultivo “predictivo”, es decir, ajustar todas las labores necesarias tales como riegos, abonos o tratamientos fitosanitarios, de la forma óptima en función de estos datos.

“Se podrá desarrollar una agricultura de precisión, al aplicar diferentes soluciones en función de las necesidades de cada zona o, incluso, conocer dónde y cuándo existe riesgo de una plaga y realizar los tratamientos preventivos necesarios gracias a la definición de una serie de umbrales”, apunta.

Toda esta información proporcionará una serie de históricos “de gran utilidad en la gestión de la explotación vitivinícola y en las prácticas enológicas, así como en la trazabilidad total del proceso”, indica el experto.

Otra de las ventajas del sistema es que permitirá un ahorro económico para la bodega, una mayor fiabilidad y también un beneficio medioambiental, dado que “se logrará mejorar el consumo de agua para el riego del cultivo y se optimizará el consumo energético”. A través del proyecto, que concluirá en 2013, la bodega zamorana Pago de Cubas podrá instalar este innovador sistema.

Fuente: DiCYT
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