¿Cuánto cuesta la pérdida de biodiversidad en los humedales mediterráneos?

La Agencia Europea del Medio Ambiente (EEA, en sus siglas en inglés) ha hecho público hoy un informe que recoge las técnicas económicas del uso del suelo y los ecosistemas para describir y monitorizar las consecuencias de la pérdida de biodiversidad en los humedales mediterráneos. El trabajo expone nuevos indicadores y herramientas para la toma futura de decisiones sobre protección y restauración de humedales como el de Doñana.

¿Cuánto cuesta la pérdida de biodiversidad en los humedales mediterráneos?

El nuevo informe muestra la importancia de estimar los costes ecológicos y sociales del mantenimiento de estos ecosistemas, y aunque se basa en los humedales "como herramienta de gestión y política para calcular el valor de la biodiversidad y los costes de su pérdida", puede extrapolarse a otro tipo de ecosistemas.

Los humedales permiten explorar cómo los cambios en la biodiversidad afectan a la sociedad por los servicios que ofrecen: alimento, agua, materiales de construcción, protección de inundaciones y la erosión de las costas, almacenamiento y eliminación de carbono, y oportunidades para el turismo.

Sin embargo, los humedales son los ecosistemas más vulnerables debido a la extracción de agua, la transformación de las tierras, la contaminación, y la sobreexplotación de los recursos. Un ejemplo de ello son los humedales de Doñana, donde más de la mitad del territorio se ha perdido desde 1929, junto al 90% de los lagos poco profundos.

Además de valor social que se puede otorgar a los humedales, el informe que ha presentado hoy la EEA recalca la necesidad de asignar valores monetarios a los servicios que proporcionan estos ecosistemas. Pero no siempre son evidentes los valores del mercado en estos servicios, como por ejemplo, la protección de inundaciones, aunque sí puede cuantificarse la frecuencia y consecuencias de las inundaciones para la sociedad.

Los expertos de la EEA proponen describir la evaluación cuantitativa y cualitativa de los ecosistemas en términos físicos y crear nuevos indicadores para identificar los cambios en función de los diferentes tipos de presión. Estos indicadores podrían utilizarse para observar la efectividad de los esfuerzos de restauración y protección.

Un marco para calcular el valor económico de Doñana

El informe resalta la situación de España por toda la construcción de áreas urbanas realizada entre 1990 y 2000 en los humedales del sureste del país, "una presión que no deja de aumentar en la Península Ibérica". Estos cambios generan potentes impactos en la integridad y salud de estos ecosistemas, sobre todo en el momento de calcular su valor. El papel de la agricultura intensiva también ha dañado su valor comparado a países como Italia y Francia.

El informe, que ha seleccionado cuatro humedales (Doñana en España, Camargue en Francia, Amvrakikos en Grecia, y el delta del Danubio en Rumanía), señala que el caso español muestra el mayor potencial ecológico, así como la mayor pérdida de biodiversidad de 1990 a 2000. Las principales causas son la agricultura, el urbanismo y el turismo a lo largo de la costa.

Entre las restauraciones realizadas en Doñana, sobre todo a raíz del desastre de Aznalcóllar en 1998, destacan el Corredor Verde y el Proyecto de recuperación del Guadiamar, con una inversión de más de 165 millones de euros en la última década.

La lucha contra la invasión de especies en el humedal español también ha provocado pérdidas económicas e inversiones (en los últimos 20 años, se han invertido 3,7 millones de euros, y en los últimos años estos proyectos representan el 12% del presupuesto de conservación).

La Junta de Andalucía dedicó un cuarto de su presupuesto en investigación entre 2004 y 2006 para luchar contra la invasión de especies, mientras que el Instituto GeoMinero Español (IGME) ha invertido 1,9 millones de euros en los últimos siete años para investigar la calidad y cantidad del agua.

El informe europeo propone para Doñana la creación de una cuenta básica que describa los cambios en las reservas y flujos principales del ecosistema, otra cuenta que describa los servicios de estos flujos, y una tercera que cubra los cambios en el capital ecológico y los costes para mantenerlos.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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