Demuestran la eficacia de la cirugía para tratar la fibrilación auricular

La ablación (aislamiento de las venas pulmonares) mediante catéter y la ablación con cirugía mínimamente invasiva a través de toracoscopia -técnica quirúrgica por medio de la cual se accede a la cavidad torácica- son las dos técnicas que actualmente se utilizan para tratar la fibrilación auricular refractaria a fármacos. Utilizar una u otra está condicionado por la complejidad de la técnica, el tiempo que requieren y las complicaciones que pueden surgir en el paciente tras su aplicación.

Un estudio demuestra la eficacia de la cirugía para tratar la fibrilación auricular
Se calcula que en Europa padecen fibrilación auricular cerca de 5 millones de personas. Imagen: HC.

Valorar la seguridad y eficacia de ambas estrategias terapéuticas fue el objetivo del estudio recientemente publicado on line en la revista Circulation, llevado a cabo por investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y del St. Antonius Hospital de Holanda. Ambos equipos compararon, por primera vez en el mundo, los dos tipos de ablación (por cateterismo y mediante cirugía mínimamente invasiva) en un total de 124 pacientes con distinto grado de fibrilación auricular.

Tras un año de seguimiento, el estudio concluye que la ablación quirúrgica fue eficaz en el 65,6% de los casos, sobre el 36,5% de los resultados obtenidos tras la ablación mediante catéter, aunque la cirugía causó un mayor número de complicaciones graves. Por tanto, la ablación mediante cirugía mínimamente invasiva se presenta como una opción segura y eficaz para tratar la fibrilación auricular refractaria al tratamiento farmacológico.

La prevalencia de esta cardiopatía aumenta con la edad, pasando de un 0,4% en la población general, a prácticamente un 5% en los mayores de 65 años. El objetivo del estudio liderado por el Hospital Clínic era identificar la mejor terapia para los distintos tipos de pacientes con fibrilación auricular, con la máxima eficacia y seguridad. “Disponer de la técnica quirúrgica además de la técnica transcatéter, ofrece la posibilidad de un tratamiento individualizado según las características de los pacientes”, señala Mont. “En nuestro centro la cirugía se ha mostrado particularmente útil en los casos de recurrencia tras la ablación con catéter”, declara Castellà.

La fibrilación auricular es la arritmia cardiaca más común en la práctica clínica. Se caracteriza por la presencia de un ritmo cardiaco irregular, lo que puede ser fuente de trombos y embolias y, como consecuencia, de complicaciones cardiovasculares importantes. Los síntomas más frecuentes son palpitaciones en reposo o en esfuerzo, disnea –sensación de falta de aire-, dolor torácico o mareo. Se calcula que en Europa la padecen cerca de 5 millones de personas, y al ser una enfermedad asociada al envejecimiento, se prevé el aumento de su incidencia en 2,5 veces de aquí al año 2050.

El trabajo ha sido coordinado por Lluis Mont, médico investigador del Instituto del Tórax y jefe de la Unidad de Arritmias, y por Manuel Castellà, jefe de Sección de Cirugía Cardíaca, ambos del Hospital Clínic de Barcelona. El estudio se ha realizado en colaboración con Wim-Jan van Boven y Lucas Boersma, del St. Antonius Hospital de Holanda. Recientemente el trabajo científico fue seleccionado para ser presentado como ensayo clínico Hot line session en el Congreso de la American Heart Association.

Fuente: Hospital Clínic de Barcelona
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