Investigadores canadienses e ingleses han descubierto el virus marino más grande del mundo. Según el estudio que se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), Cafeteria roenbergensis es un virus poco usual, complejo y de aspecto parecido al de los mimivirus (virus de gran tamaño con ADN de doble cadena), capaz de infectar a un depredador planctónico de gran importancia ecológica y muy extendido.
Descubierto en las costas del Estado de Texas (EE UU) a principios de los ‘90, el equipo liderado por la Universidad de Columbia Británica (UBC) en Canadá, determinó que el genoma del patógeno Cafeteria roenbergensis contiene cerca de 730.000 pares de bases, lo que lo convierte en el virus marino más grande del mundo y el segundo más grande tras el virus Acanthamoeba polyphaga mimivirus, que se transmite por agua dulce.
“En EE UU dicen que todo es más grande en Texas. ¡Incluso los virus! Este virus representa uno de los más complejos jamás descubierto, con una serie de genes que en la mayoría de los casos sólo se esperarían en organismos celulares”, explica a SINC Curtis Suttle, coautor del estudio e investigador en el Departamento de Ciencias Terrestres y Oceánicas, Botánica y Microbiología e Inmunología de la UBC.
El trabajo, que se publica en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), demuestra que el virus Cafeteria roenbergensis tiene un genoma mayor que el encontrado en algunos organismos celulares y presume de una complejidad genética que dificulta la diferenciación entre entidades “vivas” y “no vivas”.
“La mayor parte de la maquinaria genética encontrada en este virus sólo se podría esperar encontrar en organismos vivos y celulares, entre los que se incluyen muchos de los genes necesarios para producir ADN, ARN, proteínas y azúcares”, señala Suttle.
Los virus no se pueden duplicar fuera de las células huésped y dependen de las proteínas suministradas por la célula, un límite que normalmente se utiliza para distinguir entre los organismos “vivos” de los “no vivos”. Los virus gigantes desafían esta definición, porque siguen necesitando una célula para duplicarse pero codifican en su propio genoma la mayoría de las proteínas necesarias para dicha duplicación.
‘Asesino’ de zooplancton
El virus Cafeteria roenbergensis infecta a la mayor parte del zooplancton marino, que ocupa una posición clave en la cadena trófica marina. “Cafeteria roenbergensis es uno de los mayores consumidores de zooplancton en los océanos de todo el mundo. El virus CroV mata al zooplancton. Es por tanto un actor importante en los ecosistemas marinos”, apunta el experto microbiólogo.
Según Suttle, el virus supone “una importante vía de transferencia de carbono y de reciclaje de nutrientes en los sistemas marinos y de aguas dulces”. “No sabemos casi nada del papel que los virus desempeñan en este sistema”, afirma el científico canadiense.
“Tenemos pocas dudas de que este virus sea un representante más de un grupo más grande de virus gigantes muy desconocidos pero importantes para la ecología”, concluyen los expertos.