Disputas familiares: por qué los parientes cercanos mantienen las distancias en el reino animal

Los mamíferos no pueden compartir su hábitat con especies estrechamente relacionadas porque la necesidad por el mismo tipo de alimento y de refugio les llevaría a competir hasta la muerte. Éstas son las conclusiones de una investigación que aparece hoy en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences.

Ardilla común. Foto: SINC.
Ardilla común. Foto: SINC.

El equipo responsable del estudio, entre el que se encuentra Jesús Rodríguez, del Centro Nacional de Investigación Sobre la Evolución Humana (CENIEH), afirma que se trata de algo importante porque la desaparición de los hábitats naturales, como las selvas, provocada por la destrucción de hábitats y el cambio climático podría forzar involuntariamente a especies estrechamente relacionadas entre sí a vivir más cerca que nunca.

La autora principal del estudio Natalie Cooper, una estudiante de postgrado del Departamento de Ciencias Naturales del Imperial College London lo explica así: “Las especies de mamíferos que comparten un antecesor común reciente tienen necesidades similares en términos de alimento y de otros recursos. Nuestro estudio muestra que esto ha tenido como resultado de forma natural el que especies estrechamente relacionadas entre sí se mantengan alejadas en la naturaleza. Sin esta separación, una especie competiría con la otra.

Para la investigadora, “el peligro consiste en que si la reducción de los hábitats naturales provocada por el ser humano impulsa a estos parientes cercanos a vivir juntos en áreas geográficas pequeñas, éstos podrían luchar por la supervivencia”.

La investigación se ha centrado en comunidades de tres tipos diferentes de mamíferos: monos (incluye titís, tamarinos y monos araña), pósums (marsupiales australianos) y ardillas terrestres (incluye marmotas, perritos de las praderas y ardillas listadas).

Natalie Cooper y su equipo compararon los datos de un ‘árbol genealógico’ que muestra la evolución de todas las especies de pequeños mamíferos en el planeta, con listas de control de las especies de mamíferos que se encuentran en cada lugar. Estos investigadores descubrieron que en el caso de estos monos, las ardillas y los pósums, parientes cercanos evolutivamente hablando, no tienden a vivir en comunidades conjuntas.

Por ejemplo, en el Parque Nacional de Badlands (Dakota del Sur, EE UU) cuatro especies de ardilla listada, entre ellas el perrito de las praderas de cola negra, viven al lado unas de otras y con otras ardillas relacionadas más lejanamente en una comunidad. Sin embargo, es notable la ausencia de la comunidad del perrito de las praderas de Gunnison, un pariente cercano de la especie de cola negra, aunque los datos muestren que vive sólo a 10 km de distancia del Parque Nacional, y en hábitats muy similares.

Darwin ya lo dijo

La idea de que sería improbable encontrar juntas a especies estrechamente relacionadas porque competirían ferozmente fue expuesta por primera vez por Charles Darwin en 1859. Ahora este estudio ofrece la prueba más sólida obtenida hasta el momento de la predicción de Darwin gracias al ‘árbol genealógico’ de los mamíferos desarrollado el año en 2007 por biólogos del Imperial College de Londres, y a los nuevos datos sobre la localización y estructura de diferentes comunidades de mamíferos en todo el mundo.

El equipo de investigación espera que sus hallazgos puedan ayudar a los conservacionistas a comprender mejor los posibles problemas a los que podrían enfrentarse las especies de mamíferos si desaparecieran sus hábitats, y se vieran forzados a vivir muy cerca de sus parientes cercanos evolutivamente hablando.

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Referencia bibliográfica:

Natalie Cooper, Jesús Rodriguez, y Andy Purvis, “A common tendency for phylogenetic overdispersion in mammalian assemblages”, Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, 28 May 2008.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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