Dos nuevas mutaciones se asocian con una cardiopatía hereditaria grave

Un equipo de científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha hallado dos mutaciones asociadas a una enfermedad cardiaca grave, la miocardiopatía no compactada del ventrículo izquierdo (LVNC), una patología que puede provocar arritmias malignas y embolias y que en ocasiones requiere un trasplante de corazón.

Ilustración del corazón. Imagen: Wikipedia
Ilustración del corazón. Imagen: Wikipedia

Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) han descubierto dos mutaciones asociadas a una cardiopatía hereditaria grave, la miocardiopatía no compactada del ventrículo izquierdo (LVNC). Su hallazgo se publica hoy en la revista Nature Medicine.

Los autores del trabajo, dirigidos por el coordinador del Programa de Biología del Desarrollo Cardiovascular, José Luis de la Pompa, han demostrado que las mutaciones en el gen MIB1 son responsables de la LVNC hereditaria, que afecta a numerosas familias en todo el mundo.

Los pacientes con esta patología sufren un deterioro de la función contráctil ventricular debido a la presencia en la edad adulta de trabéculas, “unas crestas de músculo cardiaco, recubiertas por endotelio cardíaco, que crecen hacia el interior de los ventrículos durante el desarrollo y forman una malla compleja similar a la estructura de una esponja”, explican los autores.

Puede requerir un trasplante

La enfermedad puede provocar una insuficiencia cardiaca grave que requiere un manejo muy cercano y, en los casos más severos, el trasplante cardiaco es la única opción terapéutica. Además, incluso los pacientes con una función contráctil relativamente normal, tienen un riesgo elevado de tener arritmias graves –ocasionando muerte súbita– e incluso embolias cerebrales.

Esta enfermedad puede requerir, en los casos más severos, un trasplante de corazón

“Aunque se sospechaba que el origen de este defecto ventricular estaba en el desarrollo fetal, es la primera vez que se demuestra de forma tangible en un modelo experimental”, señala de la Pompa.

El investigador aclara que ya se habían identificado otros genes asociados a la enfermedad, que codifican proteínas estructurales del músculo cardíaco. Sin embargo, esta es la primera vez que se identifican mutaciones en un gen que codifica una proteína requerida para la correcta activación de una vía de señalización, en concreto la vía conocida como Notch.

Este hallazgo tiene grandes implicaciones clínicas ya que podrá ser incorporado en la batería de análisis genéticos en pacientes con miocardiopatía no compactada e incluso en pacientes con afectaciones ventriculares inciertas.

Enfermedad sin tratamiento

“El problema es que no existe un tratamiento para esta enfermedad, más allá de un estilo de vida reposado, el implante de desfibriladores automáticos para tratar las arritmias malignas y, en ocasiones, la administración de anticoagulantes para prevenir las embolias cerebrales, acompañado de una monitorización por parte de los especialistas”, añade el experto del CNIC.

Una vez publicado este trabajo, además del estudio clínico del pronóstico de estos pacientes, los autores continúan trabajando a nivel molecular con este hallazgo. “Nuestro siguiente paso está siendo desarrollar células pluripotentes inducidas de estos pacientes para estudiar su capacidad de diferenciación en cardiomiocitos–células contráctiles del miocardio–; esperamos sacar más información de este experimento”, señala de la Pompa.

El autor indica que es aventurado hablar de que estos hallazgos pueden tener aplicación terapéutica, aunque asegura que son muy importantes para conocer más sobre la enfermedad y desarrollar dianas de diagnóstico.

Referencia bibliográfica:

Guillermo Luxán, Jesús C Casanova, Beatriz Martínez-Poveda, Belén Prados, Gaetano D’Amato, Donal MacGrogan, Alvaro Gonzalez-Rajal, David Dobarro, Carlos Torroja, Fernando Martinez, José Luis Izquierdo-García, Leticia Fernández-Friera, María Sabater-Molina, Young-Y Kong, Gonzalo Pizarro, Borja Ibañez, Constancio Medrano, Pablo García-Pavía, Juan R Gimeno, Lorenzo Monserrat, Luis J Jiménez-Borreguero, José Luis de la Pompa. “Mutations in the NOTCH pathway regulator MIB1 cause left ventricular noncompaction cardiomyopathy”. Nature Medicine. Enero 2013. doi:10.1038/nm.3046

Fuente: CNIC
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