El TrueBeam, como se denomina, es más preciso y seguro que los anteriores y permite tratar tumores más pequeños y/o localizados en zonas sensibles. También posibilita hacerlo de forma más segura y con menos efectos secundarios para los enfermos. Sólo hay dos más de su categoría, uno en Zurich y el otro en el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York (EE UU).
El TrueBeam, como se denomina, es más preciso y seguro que los anteriores y permite tratar tumores más pequeños y/o localizados en zonas sensibles. También posibilita hacerlo de forma más segura y con menos efectos secundarios para los enfermos.
El nuevo equipo se presenta en el 29º Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Radioterápica (ESTRO), que se celebra del 12 al 16 de septiembre en Barcelona, y al que asisten unos 4.500 expertos en la materia.
Hacia una radioterapia más precisa y segura
En los últimos años, la radioterapia se ha centrado en mejorar la precisión y la eficacia de los tratamientos con el objetivo de administrar la máxima dosis de radiación en el tumor pero sin afectar el tejido sano de alrededor.
Mejorar la precisión tratar un abanico más amplio de tumores y hacerlo con menos efectos secundarios. Así, por ejemplo, se pueden tratar tumores muy pequeños o cercanos a órganos muy críticos, como serían, entre otros, los de próstata y los de cabeza y cuello (cercanos a la médula): “El paciente quiere curarse, pero no a cualquier precio, y valora cada vez más el disfrutar de una buena calidad de vida”, explica Ferran Guedea, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del centro ICO de Hosapitalet de Llobregat-Barcelona y copresidente del comité organizador del 29º congreso de la ESTRO.
Con la nueva generación de aceleradores lineales se puede, por ejemplo, tratar el cáncer de próstata evitando efectos como la incontinencia urinaria o la impotencia. “Hasta ahora la radioterapia en tumores de cabeza y cuello, por ejemplo, podía comportar una sequedad permanente de la boca porque la radiación afectaba las glándulas parótidas, responsables de la función salivaria. Con las nuevas técnicas reducimos la dosis que va a estas glándulas y se evitan estos efectos secundarios”, añade Guedea.
El TrueBeam es un paso más en la evolución de la oncología radioterápica ya que incorpora la tecnología más puntera disponible. Así, está específicamente diseñado para la radioterapia estereotáxica extracranial, una técnica muy precisa para aplicar elevadas dosis de radiación en una zona muy concreta, y que se utiliza básicamente en cáncer de pulmón, hígado y óseo.
El ICO, centro de referencia
El Instituto Catalán de Oncología es un centro de referencia en el ámbito de la oncología radioterápica. Ha sido pionero en España en la aplicación de la radioterapia de intensidad modulada (IMRT) y la radioterapia guiada por la imagen (IGRT), y hace un año presentó la radioterapia estereotáxica extracranial en tumores de pulmón. El ICO se convirtió así en el primer centro sanitario público español en incorporar esta técnica, indicada para pacientes con tumores pequeños de cáncer de pulmón que no pueden operarse; ya se han tratado más de 50 personas enfermas.
Asimismo, un paciente con cáncer de próstata del ICO fue el primero de toda España en beneficiarse, la pasada primavera, de la radioterapia con intensidad modulada (IMRT) en arco, denominada RapidArc.
Además, el ICO es la institución española que trata más pacientes de cáncer con radioterapia (5.000 tratamientos de radioterapia convencional y 800 de braquiterapia el año pasado) y cuenta con la mayor concentración tecnológica (11 aceleradores lineales entre los tres centros).
Más de 40 artículos en las distintas revistas del grupo Nature presentan hoy los resultados parciales del ambicioso proyecto de mapear los 37 200 millones de estas unidades fundamentales de la vida. Una tarea compleja que requiere combinar técnicas de genómica e inteligencia artificial para estudiar con gran resolución las firmas moleculares de un amplio abanico de células, como las que forman la placenta.
La relación entre la contaminación del aire y el aumento del riesgo de desarrollar esta patología y otras demencias no es nueva. Un nuevo trabajo pretende revelar por qué las partículas finas (PM2.5) han sido vinculadas con cambios negativos en la salud cerebral.
