El alga invasora ‘moco de roca’ amenaza los ríos peninsulares

Actividades como el piragüismo, la pesca deportiva y el excursionismo han favorecido la dispersión accidental por muchos ríos de la Península de un alga invasora, conocida popularmente como moco de roca. Solo algunos pequeños organismos de los ríos, como la hidra de agua, son capaces de adaptarse al impacto ecológico de esta agua, según alerta un estudio liderado por la Universidad de Barcelona.

El alga invasora ‘moco de roca’ amenaza los ríos peninsulares
El alga es resistente a la desecación y puede sobrevivir fuera del agua en condiciones extremas de temperatura y humedad. / UB

El alga Didymosphenia geminata, o moco de roca, es una especie exótica e invasora de agua dulce capaz de recubrir el cauce de los ríos durante kilómetros. Es una diatomea originaria del norte de Europa y América del Norte que vive sobre todo en aguas muy frías, limpias y sin fósforo y que genera grandes biomasas que alteran la biodiversidad y el funcionamiento de los ecosistemas fluviales.

La D. geminata es resistente a la desecación y puede sobrevivir fuera del agua en condiciones extremas de temperatura y humedad. Detectada en más de 50 países de zonas templadas y frías, esta alga ha causado episodios críticos en Nueva Zelanda y Estados Unidos, donde ha llegado a afectar a la migración de especies de interés económico como el salmón.

Un nueva investigación del Grupo de Investigación Freshwater Ecology and Management (FEM) de la Universidad de Barcelona, la más completa que se ha hecho hasta ahora en ecología de sistemas sobre el alga exótica, constituye una herramienta estratégica para controlar la proliferación de la especie y para evitar su presencia en tramos fluviales donde todavía no ha aparecido. Los resultados se publican en la revista PLoS ONE

"La particularidad del moco de roca es que, a diferencia de lo que ocurre con la mayoría de algas que crecen cuando hay más fósforo en el agua, esta es capaz de proliferar en condiciones oligotróficas (sin fósforo), favorecida por pequeños incrementos de la temperatura o de la insolación (por ejemplo, en ríos sin bosque de ribera)", explica Narcís Prat, catedrático del departamento de Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales de la UB y jefe del Grupo FEM.

Cuando el crecimiento del alga se dispara se forma una especie de moco que se incrusta en las piedras del río que altera el hábitat de muchos organismos

"Cuando el crecimiento del alga se dispara –prosigue Prat– se forma una especie de moco que se incrusta en las piedras del río. Esta capa algal, de centímetros de espesor, altera completamente el hábitat de muchos organismos que antes vivían sobre las piedras (caracoles, insectos, etc.). Los efectos del crecimiento masivo de D. geminata también afectan a muchos peces como la trucha, que tiene menos opciones para alimentarse y para poner los huevos. Como resultado, solo quedan los organismos pequeños que son capaces de vivir en la trama del moco".

Así se dispersa una especie invasora

Cada vez se observan más episodios de crecimiento masivos del alga, detectada por primera vez en la península ibérica por el catedrático de la UB Ramon Margalef durante los años 50 del siglo pasado. Actividades como el piragüismo, la pesca deportiva y el excursionismo han favorecido la dispersión accidental del alga por muchos ríos. En la actualidad, las cuencas del Ebro y del Duero, en el norte de la península ibérica, son los ecosistemas más afectados por la proliferación masiva de la D. geminata.

La nueva investigación del Grupo FEM de la UB evalúa los efectos de la invasión algal en el hábitat natural y tiene como referente el río Lumbreras, en la cuenca fluvial del Ebro en La Rioja. "Este es uno de los puntos más afectados en la Península por el crecimiento masivo de la D. geminata desde 2011", indica Joan Gomà. "En este tramo fluvial, en concreto, se dan unas condiciones ambientales idóneas –regulación hidrológica, baja temperatura, poca concentración de fosfato y falta de bosque de ribera– para estimular la proliferación masiva de esta alga invasora".

Según Rubén Ladrera, primer autor del artículo, "en el caso del Ebro, los episodios más graves afectan a los ríos pirenaicos (sobre todo el Cinca, el Ara y el Subordán, en Huesca), y en el sistema ibérico, a las cuencas del Iregua y el Najerilla, en La Rioja".

Evitar la dispersión del alga y controlar la intensidad de los crecimientos masivos será clave

"En el resto de Cataluña, todavía no hay un registro de crecimientos masivos con grave impacto ambiental. Ahora bien, hay que estar alerta para reducir la vulnerabilidad de los ecosistemas frente estos episodios invasivos", añade Ladrera.

¿Cómo se puede luchar contra la proliferación del alga?

Evitar la dispersión del alga y controlar la intensidad de los crecimientos masivos será clave para impedir que la especie llegue a lugares donde aún no está presente. En este contexto, las investigaciones ayudarán a identificar los episodios de proliferación y determinar los factores ambientales que disparan el crecimiento del alga en los ríos peninsulares.

"Es imposible eliminar por completo las poblaciones", Rubén Ladrera. "Por ello, es imprescindible desinfectar con lejía todos los materiales que hayan estado en contacto con la D. geminata (artes de pesca, botas, piraguas, etc.) para evitar que se propague en otros ríos. Como a veces no se puede identificar el alga de un vistazo –aunque haya una densidad elevada de células–, aplicar estos protocolos de desinfección después de estar en contacto con cualquier ecosistema fluvial. Así se evitaría la transmisión de la D. geminata y otras especies invasoras".

Controlar el uso público de las zonas afectadas y fomentar la concienciación social y la educación ambiental son herramientas necesarias para evitar la huella ambiental de la especie en los ríos peninsulares. También es importante diseñar programas de vigilancia de los tramos afectados y de los que presentan condiciones óptimas para la especie. En las cuencas donde el moco de roca ha sido eliminado, conviene restaurar la vegetación de los bosques de ribera para reducir el grado de insolación sobre el cauce del río (es decir, limitar la actividad fotosintética y la producción de filamentos algales).

Referencia bibliográfica:

Rubén Ladrera et al. "Effects of Didymosphenia geminata massive growth on stream communities: Smaller organisms and simplified food web structure" PLoS ONE http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0193545

Fuente: Universidad de Barcelona
Derechos: Creative Commons
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