El meteorólogo estadounidense Kerry Emanuel ha sido galardonado con el Premio Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA en la categoría de Cambio Climático, por sus pronósticos en los años 80 sobre el aumento de la intensidad de los huracanes debido a la crisis climática, que ya han sido confirmados.
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cambio Climático ha sido concedido en su duodécima edición al estadounidense Kerry Emanuel, “por sus contribuciones fundamentales a la comprensión de la física de los huracanes, y cómo se ve afectada por el cambio climático”, según señala el acta del jurado.
Emanuel es catedrático del departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y predijo a finales de los años 80 que habría huracanes más intensos por el aumento de la temperatura global. Las evidencias actuales sobre estos fenómenos climáticos extremos ya lo han confirmado.
“Sus teorías predicen la intensificación de huracanes y tifones con el calentamiento global, algo que ya se ha observado. Su investigación ha abierto nuevas vías para estimar el riesgo asociado a fenómenos climáticos extremos”, ha explicado el jurado.
Los huracanes son, junto con los terremotos, los fenómenos naturales que más muertes y pérdidas económicas provocan. Pero cuando Emanuel empezó a estudiarlos, su física apenas se conocía.
Fue su trabajo en los años 80 y 90 el que desveló que son motores de calor, “gigantescas máquinas que transforman el calor que extraen de la superficie del océano en viento”, ha explicado el catedrático del MIT.
Su “extraordinaria efectividad” a la hora de comunicar la ciencia del cambio climático al público y a los responsables políticos también es destacada en el acta del jurado.
Pero, además de esclarecer cómo funcionan los huracanes, Emanuel ha sido el primero en relacionarlos con el calentamiento de la superficie del océano por el cambio climático. En la actualidad, sus modelos predicen un aumento de un 5 % en la intensidad de los huracanes –es decir, en la velocidad del viento– por cada grado de aumento de la temperatura del océano.
“Un calentamiento de 3 ºC supondría huracanes un 15 % más intensos, pero el incremento en su capacidad destructiva se mide calculando el cubo de la velocidad del viento, así que nuestra estimación es que con este mismo aumento de 3 ºC su potencial para provocar daños aumentaría entre un 40 y un 50 %”, dijo ayer Emanuel por teléfono, tras recibir la noticia del fallo.
Los huracanes más intensos hoy pueden tener una velocidad del viento en la superficie de 85 metros por segundo, pero para finales de este siglo, si no reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero, podríamos ver un aumento de hasta 90-92 metros por segundo. El poder destructivo de un huracán está determinado por la velocidad del viento, así que aumentaría de forma muy considerable su capacidad para provocar daños a las poblaciones.
Otra predicción de Emanuel que empiezan a respaldar los datos es que los huracanes se expandirán a más zonas del planeta. En el Mediterráneo se producirían los llamados medicanes (huracanes del Mediterráneo), que Emanuel estudió durante un año sabático en la Universidad de las Islas Baleares (Mallorca) en 2005 junto con el investigador Romualdo Romero.
“Hasta cierto punto ya estamos observando una expansión geográfica de los huracanes”, señala Emanuel. “Investigamos específicamente el impacto del cambio climático sobre los medicanes. Nuestras observaciones indican que, en efecto, conforme el Mediterráneo se caliente, podemos esperar una mayor incidencia de estos huracanes. Se producen en condiciones algo diferentes de los ciclones tropicales, pero básicamente se trata del mismo fenómeno”.
Además, con el cambio climático los huracanes evolucionarán más rápidamente, es decir, se volverán más intensos, con mayor rapidez. Esto dificultará aún más, advierte Emanuel, el pronóstico de huracanes, un área ya muy compleja en la actualidad.
Para el investigador premiado, a la vista de estas predicciones y del riesgo cada vez mayor al que se enfrenta la humanidad, está claro que en estos momentos la comunidad internacional “no está haciendo lo bastante” para combatir el cambio climático.
“Los huracanes son devastadores. Es nuestra responsabilidad hacer todo lo que esté en nuestras manos para reducir este riesgo. Debemos dejar de hacer caso a las voces negacionistas y escuchar a nuestros hijos, que nos están reclamando que actuemos, y a mí me avergüenza que no lo estemos haciendo”, concluye.