Las personas que viven en otra cultura diferente a la suya pueden perder habilidad con un segundo idioma si se ven expuestas a caras o símbolos que les recuerden su lengua materna. Esta es la principal conclusión de un estudio sobre estudiantes chinos recién llegados a EEUU. Las interferencias culturales les hacían, por ejemplo, traducir literalmente términos del chino al inglés.
Un estudiante recién llegado de China es capaz de hablar inglés fluido con un compañero estadounidense, pero mete la pata al hablar inglés con un compatriota. Una cara o símbolo que le haga recordar la cultura propia puede afectar a la habilidad para hablar un segundo idioma.
Investigadores de la Escuela de Negocios de Columbia (Nueva York) y de la Universidad de Dirección de Empresas de Singapur han estudiado si el patrimonio cultural dificulta la capacidad de comunicarse en una lengua extranjera, al activar el recuerdo del idioma nativo, según un estudio publicado hoy en PNAS.
Para ello observaron las diferencias en la fluidez que mostraban los estudiantes chinos al hablar inglés con otros chinos o con estadounidenses nativos. También incluyeron imágenes de símbolos icónicos de China y EEUU para comprobar el efecto que causaban.
Las conclusiones muestran que la habilidad para hablar una segunda lengua se ve afectada por imágenes relacionadas con el patrimonio cultural, tanto caras como símbolos chinos, en un proceso llamado activación cultural.
En el experimento, la ‘activación china’ mediante pistas culturales también provocaba que la estructura del idioma chino invadiera la inglesa, al producirse traducciones literales del chino al inglés durante la conversación.
Pistacho, los frutos secos de la felicidad
Estas traducciones literales también se produjeron durante un ejercicio consistente en nombrar objetos. Los estudiantes chinos utilizaban palabras como “azúcar con palo”, “máquina empujadora de tierra” o “frutos secos felices” en lugar de chupa-chup, bulldozer o pistacho.
La investigación demuestra que las pistas culturales afectan a la gente mediante un mecanismo de activación. También contribuye a entender cómo los bilingües controlan sus dos idiomas y a mejorar el aprendizaje de lenguas extranjeras.
En estudios anteriores, estudiantes estadounidenses de español realizaron el mismo curso en EEUU y en España. El grupo que se trasladó a España aprendió más que sus compañeros, lo que se relaciona con el presente trabajo.
Referencia bibliográfica:
Zhang et al. "Heritage-culture images disrupt immigrants' second-language processing through triggering first-language interference". PNAS June 2013