El cruce con neandertales y denisovanos ayudó a adaptarse a los primeros habitantes de Oceanía

La secuenciación del genoma de más de 300 personas de la región del Pacífico revela cómo comenzaron a colonizar Oceanía hace unos 45.000 años. En el camino, desde África y atravesando Eurasia, se cruzaron con otras especies humanas que dejaron mutaciones y adaptaciones inmunitarias útiles para sobrevivir en entornos isleños.

Islas del Pacífico
Islas de Papúa Nueva Guinea. / Marc Dozier

Hace unos 45.000 años, los humanos modernos que salieron de África y recorrieron Eurasia terminaron por establecerse en islas de la región del Pacífico como Papúa Nueva Guinea, el archipiélago de Bismarck y las Islas Salomón, una zona biogeográfica conocida como Oceanía Cercana.

Decenas de miles de años después, hace solo unos 3.200 años, las personas alcanzaron las islas de la Oceanía Lejana, entre las que se encuentran Micronesia, Santa Cruz, Vanuatu, Nueva Caledonia, Fiji y Polinesia. Esta es una de las conclusiones de un estudio publicado ahora en la revista Nature.

Se piensa que fue un momento donde el transporte marítimo llegó a su punto álgido. Los humanos llegaron a Polinesia hace solo entre 1.000 y 700 años

Lluis Quintana-Murci

“Los humanos modernos llegaron desde África a Oceanía Cercana muy pronto. No hubo ninguna otra migración hasta al menos 30.000 años más tarde. Esta segunda migración, que empezó hace 5.000 años en Taiwán, fue la que pobló por primera vez Oceanía Lejana hace solo unos 3.000 años. Esta migración tardía está asociada a la expansión de las lenguas austronesias”, explica a SINC Lluis Quintana-Murci, investigador español en el Instituto Pasteur del CNRS en Francia y autor principal del trabajo.

El equipo internacional de científicos trató de determinar cómo fue la historia adaptativa y demográfica de estos primeros humanos que poblaron Oceanía. Para ello, los investigadores analizaron los genomas de 317 individuos actuales de 20 poblaciones repartidas por la región del Pacífico.

Sus hallazgos revelan que el acervo genético de los antepasados ​​de las personas de Oceanía Cercana se redujo antes de que se asentaran en la región, y que las poblaciones divergieron hace entre 40.000 y 20.000 años. Más tarde, después de la llegada de los pueblos indígenas a lo que ahora es la isla de Taiwán, hubo episodios recurrentes de mezcla con las poblaciones de Oceanía Cercana entre islas.

“Se piensa que fue un momento donde el transporte marítimo llegó a su punto álgido. Los humanos llegaron a Polinesia, que forma parte de la Oceanía Lejana, hace solo entre 1.000 y 700 años”, añade Quintana-Murci.

Casa

Casa sobre pilotes en la isla de Nueva Bretaña en Papúa Nueva Guinea. / Marc Dozier

La herencia genética de neandertales y denisovanos

El análisis genómico arroja también luz sobre la evolución humana en esa región, sobre cómo diferentes especies de homínidos se mezclaron, y cómo los nuevos habitantes de Oceanía se adaptaron a vivir en entornos insulares.

Según la nueva investigación, se produjeron múltiples encuentros sexuales con neandertales (Homo neanderthalensis) probablemente en Asia continental, como en Oriente Medio, por ejemplo, y con denisovanos en el sudeste asiático. “La parte neandertal y denisovana que tienen hoy las poblaciones del Pacifico es una herencia de estos encuentros en Eurasia”, aclara el científico.

Los neandertales nos pasaron mutaciones que hoy están asociadas a la susceptibilidad a la covid-19

Lluis Quintana-Murci

Los resultados muestran así que el porcentaje de ADN neandertal es homogéneo en todas las poblaciones del Pacífico, mientras que el de denisovanos varía mucho más, entre el 0 % y el 3,2 %. Pero el trabajo evidencia sobre todo de qué manera estos humanos arcaicos contribuyeron al ADN de los habitantes actuales de Oceanía.

“Los neandertales aportaron a los humanos modernos mutaciones beneficiosas con respecto a muchos fenotipos diferentes como la pigmentación y el desarrollo neuronal”, detalla el investigador. A esto se unen otros fenotipos dermatológicos, y la respuesta antiviral. “Los neandertales nos pasaron mutaciones que hoy están asociadas a la susceptibilidad a la covid-19”, continúa.  

En cambio, la aportación de los denisovanos está prácticamente toda asociada a la respuesta inmunitaria contra los patógenos, que permitió a estos primeros colonizadores del Pacífico adaptarse a sus nuevos hogares en las islas.

“El mestizaje con neandertales y denisovanos fue en general algo que nos ayudó (y en muchos casos continua a ayudarnos) a estar mejor adaptados al ambiente en el que vivimos frente al clima, a los patógenos, etc.”, concluye Quintana-Murci.

Referencia:

Quintana-Murci, Lluis, et al. “Genomic insights into population history and biological adaptation in Oceania” Nature

Fuente:
SINC
Derechos: Creative Commons.
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