El genoma del pez cebra lo impulsa como modelo para estudiar enfermedades

La biología del pez cebra, pequeño y transparente, y la alta similitud entre su genoma y el del ser humano lo señalan como un candidato perfecto para el estudio de enfermedades humanas como el alzhéimer o el cáncer. Dos estudios publicados hoy en Nature –uno de ellos con participación española– buscan, a través de la secuenciación de su genoma y el estudio de mutaciones, confirmar la posición del pez cebra como organismo modelo.

Secuenciado el genoma del pez cebra

La biología del pez cebra y la alta similitud entre su genoma y el del ser humano lo señalan como un candidato perfecto para el estudio de enfermedades humanas como el alzhéimer o el cáncer. Dos estudios publicados hoy en Nature –uno de ellos con participación española– buscan, a través de la secuenciación de su genoma y el estudio de mutaciones, confirmar la posición del pez cebra como organismo modelo, cuyo genoma presenta una alta similitud con el del ser humano.

En los últimos 20 años, el pez cebra ha encontrado un hueco como organismo modelo en los laboratorios de biología entre otros más populares como Drosophila. Los embriones y larvas de este animal son idóneos para estudios genéticos debido a su pequeño tamaño, trasparencia y enorme número de individuos por puesta. Esto último permite analizar miles de compuestos terapéuticos de manera rápida, algo que con ratones implicaría más tiempo y dinero.

Dos investigaciones publicadas hoy en Nature, con la colaboración del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) en uno de ellos, en las que se secuencia el genoma de este pez y se aíslan mutaciones en más de 10.000 genes, confirman la utilidad de este animal.

“El pez cebra tiene un alto potencial como modelo preclínico para la búsqueda de nuevos compuestos terapéuticos y también para el análisis de la toxicidad de estos”, explica a SINC Carlos Torroja, investigador del CNIC y coautor de uno de los dos estudios.

Las características biológicas del pez, junto con los recientes estudios genéticos, lo señalan como una especie útil para estudiar enfermedades como alzhéimer, cáncer o deficiencias cardíacas. En el campo de la medicina regenerativa también tiene su importancia puesto que es capaz de regenerar varios órganos, como el corazón.

La investigación en la que participa el científico español presenta un genoma de alta calidad que facilita la identificación de mutaciones, ya que hace posible la comparación de secuencias mutadas y normales.

“Hemos desarrollado el mapa genético más denso realizado hasta la fecha en cualquier organismo”, explica Torroja.

La secuenciación revela la gran similitud entre el genoma humano y el del pez cebra

El investigador del CNIC comenta la importancia de la secuenciación. “El mapa más denso en humanos tiene 44.000 marcadores y en del pez cebra 140.000. Este mapa genético nos ha permitido hacer útil el genoma del pez, algo fundamental si se quiere usar al pez cebra para estudiar enfermedades humanas”.

La secuenciación también revela la gran similitud entre el genoma humano y el del pez cebra. “El 71 % de los genes humanos tienen su contrapartida en el pez, así como el 82 % de los 3.200 genes humanos implicados en alguna enfermedad”, señala Torroja.

Peces cebra con mutaciones a gran escala

Para permitir el estudio de los genes humanos en el pez cebra, la segunda publicación describe un método para introducir mutaciones en el genoma del pez a larga escala.

Los investigadores han provocado e identificado mutaciones en más de un tercio de los genes que codifican proteínas. Los mutantes generados servirán para analizar la función de estos genes.

Los estudios publicados hoy en Nature se suman a varios estudios recientes –el más antiguo, de noviembre de 2012– que pretenden impulsar el papel del pez cebra como organismo modelo.

Fuente: SINC
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