El humo de los incendios aumenta la mortalidad por causas respiratorias

La Sociedad Española de Epidemiología advierte en un comunicado de los riesgos para la salud, tanto física como mental, de los incendios forestales y las olas de calor que afectan a España. Además, recuerda que el cambio climático aumentará aún más la frecuencia de ambos fenómenos.

Incendio forestal con humo.
El humo de los incendios forestales aumenta la mortalidad por causas respiratorias. / Unsplash

Los incendios forestales se relacionan con el aumento de la mortalidad por causas respiratorias y cardiovasculares, advierte en un comunicado la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) a raíz de la ola de estos fenómenos que asola España y que ya han quemado casi 350 000 hectáreas en lo que va de año.

Los incendios forestales emiten partículas tóxicas que pueden llegar a miles de kilómetros de distancia

La sociedad científica recuerda que, además de las consecuencias más inmediatas y visibles, como los daños materiales y personales, fallecimientos directos e indirectos, los desalojos y confinamientos o la pérdida de biodiversidad, los incendios forestales tienen otros efectos negativos para la salud de la población.

Su humo está asociado a aumentos de mortalidad por causas respiratorias y cardiovasculares. Además, emiten partículas tóxicas que pueden llegar a miles de kilómetros de distancia y cuyos efectos se relacionan con ingresos hospitalarios, partos prematuros e incluso bajo peso al nacer.

Además, advierte sobre sus efectos sobre la seguridad alimentaria y malnutrición, el acceso a agua potable, así como el riesgo que estos incendios suponen para las personas trabajadoras al aire libre y para las que trabajan en la propia extinción de los fuegos.

Afectaciones a la salud mental

La SEE también subraya que ciertos fenómenos meteorológicos como las inundaciones, los incendios forestales o las olas de calor pueden afectar a la salud mental. En este sentido, recuerdan que España también ha vivido una ola de calor de 16 días de duración, una de las más largas de la historia, y que ha puesto en riesgo la salud de la población más vulnerable.

La despoblación consecuencia de los incendios forestales también tienen efectos sobre la salud, como menor acceso a servicios sanitarios

Los incendios forestales, además, contribuyen a la despoblación, en zonas ya muy afectadas por ese fenómeno, lo cual tiene también consecuencias directas sobre la salud de la población, como desplazamientos y desarraigos, pérdidas sociales, o menor acceso a servicios asistenciales sanitarios, entre otras.

La convergencia entre incendios de gran magnitud, deforestación y cambio climático constituye una amenaza real y creciente para la salud pública, advierte la sociedad científica. Independientemente del origen de los fuegos, la SEE recuerda que el cambio climático potencia su virulencia y dificulta su extinción. De hecho, los incendios forestales aumentarán un 30 % para 2050 y un 50 % para fin de siglo debido a la crisis climática, según un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Herramientas de salud pública

Los incendios y otros fenómenos meteorológicos extremos, que serán cada vez más frecuentes, son una amenaza global que requiere de preparación y respuesta inmediata, recuerdan los especialistas de la Sociedad Española de Epidemiología. Así, en el comunicado insisten en la importancia de contar con herramientas y planes de actuación que integren la perspectiva de salud pública.

Ante esta y otras catástrofes, la atención a las personas en situación de vulnerabilidad debe ser una prioridad, garantizando el acceso a medicamentos, alimentación adecuada y apoyo psicológico

Sociedad Española de Epidemiología

Por ello hacen un llamamiento a reforzar, también desde la salud pública, la vigilancia, la prevención y la protección de la población con mayor riesgo: personas mayores, menores de edad, personas sin hogar o en riesgo habitacional, o con enfermedades crónicas.

“Ante esta y otras catástrofes, la atención a las personas en situación de vulnerabilidad debe ser una prioridad, garantizando el acceso a medicamentos, alimentación adecuada y apoyo psicológico”, afirman desde la sociedad científica.

Fuente: SEE
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