El riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular viene predeterminado por los niveles de oxígeno en el útero

La cantidad de oxígeno de la que dispone un niño en el útero puede afectar a su predisposición a desarrollar determinadas enfermedades a lo largo de su vida, según una investigación presentada en la reunión anual de la Sociedad de Endocrinología BES en Harrogate (Reino Unido). El estudio muestra que el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular puede estar predeterminado antes del nacimiento, no sólo genéticamente, sino también por la interacción con el ambiente existente en el útero.

Los investigadores de la Universidad de Cambridge, dirigidos por el doctor Dino Giussani, examinaron el papel que juega la disponibilidad de oxígeno en el útero en la predisposición a diferentes enfermedades. Su grupo descubrió que los bebés que no reciben suficiente oxígeno en el útero (por ejemplo, debido a preeclampsia o insuficiencia placentaria) tienen más probabilidades de padecer una enfermedad cardiovascular cuando son adultos.

Una reducción de los niveles de oxígeno en el útero puede provocar retrasos en el crecimiento fetal y alteraciones en el desarrollo de sistemas corporales clave que pueden hacer que el niño sea más propenso a desarrollar enfermedades cardiovasculares a lo largo de su vida.

La investigación de Giussani describe igualmente métodos mediante los cuales se puede combatir potencialmente este problema. Los efectos detrimentales de bajos niveles de oxígeno sobre el desarrollo del sistema cardiovascular del feto parecen deberse a la aparición de estrés oxidativo.

El tratamiento con antioxidantes en animales con complicaciones durante la gestación, que posean bajos niveles de oxigenación, puede revertir estos efectos sobre el sistema cardiovascular en desarrollo y esto podría ser la base de nuevas técnicas terapéuticas destinadas a prevenir el origen precoz de la cardiopatía en embarazos humanos con dificultades.

La enfermedad cardiovascular es la causa más común de muerte en el Reino Unido, siendo la responsable de 4 de cada 10 muertes. Casi 2,6 millones de personas están afectadas por enfermedades cardiovasculares, donde cada 2 segundos se produce un infarto de miocardio.

“Desde hace tiempo sabemos que los cambios en la nutrición materna pueden afectar al desarrollo fetal e influir en la predisposición a enfermedades en fases posteriores de la vida, pero se ha investigado relativamente poco sobre cómo bajos niveles de oxígenos en el útero pueden afectar al desarrollo del niño”, señaló el doctor.

“Nuestra investigación revela que los cambios en la cantidad de oxígeno disponible en el útero puede tener una gran influencia en el desarrollo del feto tanto a corto como a largo plazo, y desencadenar la aparición precoz de una cardiopatía. Y lo que es más interesante, los efectos adversos sobre el desarrollo cardiovascular de bajos niveles de oxigenación fetal son debidos al estrés oxidativo”.

Según Giussani, “esto nos brinda la oportunidad de combatir el origen prenatal de la cardiopatía por exposición fetal al tratamiento antioxidante. Esto podría detener el desarrollo de la cardiopatía desde su origen más precoz, aplicando la medicina preventiva ya desde la fase uterina”.

Fuente: SINC
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