El volcán no remite en intensidad cinco semanas después

La aparición de nuevos centros de emisión y bocas por las que sale lava muy fluida demuestran que el volcán sigue muy activo cinco semanas después de la erupción. Las coladas ya han arrasado 901,2 hectáreas y destruido 2.146 edificaciones, según el programa de monitorización por satélite europeo, Copernicus.

El volcán no remite en intensidad cinco semanas después
Los derrames de lava que se han producido en las últimas horas por la reconfiguración de los centros eruptivos del volcán de La Palma han ensanchado la colada que más preocupa en estos momentos, la que se ha quedado parada en el barrio de La Laguna. EFE / Miguel Calero.

El volcán de La Palma ha cumplido cinco semanas de erupción a plena potencia. Lejos de remitir, en la jornada de ayer ha sumado una nueva colada y un salidero abierto bajo el cono secundario, del que mana abundante lava líquida, y en la que los terremotos han sido constantes.

Carmen López, responsable de la red de vigilancia volcánica del Instituto Geográfico Nacional (IGN), señala que aún es pronto para saber cómo se va a comportar en el futuro este nuevo centro de emisión, si formará un nuevo cono, o si será un salidero por los que sale lava más líquida, como otros abiertos con anterioridad.

Momento en el que una nueva boca se ha abierto en la parte inferior del cono secundario del volcán de La Palma, de la que sale abundante lava. EFE / Ángel Medina G.

La emisión de lava más fluida hace que esta avance ladera abajo con mayor velocidad, por encima de coladas preexistentes.

López indica que ayer se constató un aumento de la señal del tremor, hasta llegar a un punto culminante que coincide con la aparición de ese nuevo centro emisor. A partir de ahí ha descendido notablemente.

Se ha registrado también en las últimas horas un considerable aumento de la sismicidad y de la explosividad, con varias bombas sónicas

Se ha registrado también en las últimas horas un considerable aumento de la sismicidad y de la explosividad, con varias bombas sónicas, hasta la apertura del nuevo boquete en el edificio volcánico en Cumbre Vieja.

Al respecto, Carmen López apunta que el volcán “necesita mucha energía” para encontrar nuevas vías de salida de la lava, y que al liberarse la sobrepresión y mantenerse un caudal constante, desaparece esa explosividad.

Por lo demás, repara en que el volcán suele experimentar sus cambios más sustanciales al caer la noche o ya de madrugada. Según le han comentado algunos compañeros, se comporta como “un niño que da malas noches”.

Preocupación en varios frentes

Son varios los frentes que tienen ocupados y preocupados a los científicos y al comité de dirección del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca).

El frente de la colada se detuvo en el barrio de La Laguna, pero que sigue recibiendo aporte en su parte trasera que tarde o temprano acabará avanzando hacia el mar. A este se ha unido otro que preocupa: la colada que procede de la boca que hasta ahora solo venía emitiendo piroclastos.

Esta nueva colada avanza a unos 50 metros por hora, según cálculos del Instituto Geológico y Minero, y se dirige hacia la zona del Corazoncillo, en Las Manchas.

La esperanza del gabinete de crisis es que esa colada se acabe uniendo a otra anterior y no provoque daños, solo materiales, pues esa zona fue una de las primeras evacuadas desde que el volcán comenzó a erupcionar el pasado 19 de septiembre.

En la actualidad hay activos cuatro centros de emisión que aportan carga a las coladas

Además, confían en que la abundante acumulación de ceniza en esa zona ralentice y aporte mayor viscosidad a esa colada.

En la actualidad, hay activos cuatro centros de emisión que aportan carga a las coladas, y a lo largo del proceso eruptivo ha habido diez, algunas de las cuales se han ido activando y cerrando.

El comité científico analiza el “aumento notable” de la sismicidad en los diferentes niveles. Asimismo, constata la “lenta tendencia” de deflación del terreno en puntos alejados del centro eruptivo, mientras que la deformación cerca del cono se mantiene estable.

El sistema Copernicus publica su trigésimo informe de la erupción

El sistema europeo de satélites Copernicus ha actualizado su diagnóstico sobre los efectos devastadores de la lava del volcán en Cumbre Vieja, con una segunda medición efectuada ayer que eleva a 901,2 hectáreas la superficie arrasada y a 2.146 las edificaciones destruidas, lo que significa un aumento de nueve hectáreas más sepultadas por la lava en un margen de nueve horas.

En el trigésimo mapeo que realiza Copernicus desde el inicio de la erupción se recoge que aparte de las destruidas hay otras 128 edificaciones parcial o posiblemente dañadas, sin distinguir entre viviendas y otro tipo de usos.

Según los datos que maneja el comité de dirección del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), con datos del catastro actualizados hace 48 horas, las viviendas arrasadas son poco más de un millar, aparte de cuartos de apero, locales de hostelería o de ocio y construcciones de otros usos.

Copernicus calcula en 69,2 los kilómetros de carreteras afectados por las coladas, de los que 65,7 han desaparecido. La cifra de personas albergadas en hoteles asciende a 439 además de otras 46 personas dependientes alojadas en centros sociosanitarios.

Fuente: EFE
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