El ingeniero químico catalán Bernat Ollé ha sido seleccionado como el investigador más prometedor del país en el congreso Emtech Spain, que se celebra estos días en Valencia, por su proyecto para diseñar fármacos que modulen el microbioma humano. La periodista Karen Márquez ha recibido el galardón a la innovación social por Infantium, una plataforma basada en tecnología cognitiva para adaptar el aprendizaje infantil.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ya ha elegido a los jóvenes innovadores más prometedores del país a través de su evento anual EmTech España, uno de los encuentros más importantes del curso en materia de innovación, negocios y tecnologías emergentes, que organiza la edición en español del MIT Technology Review.
El ingeniero químico Bernat Ollé ha sido el ganador de la edición de los premios a los innovadores menores de 35 años. Este reconocimiento premia al ingeniero químico catalán como el innovador más prometedor del país por su proyecto para crear medicamentos a base de microbios vivos.
“Es un reconocimiento que no sé si merezco. Estoy encantado”, ha declarado a SINC Ollé al finalizar la entrega de premios. “La investigación del microbioma tiene mucho, independientemente de nosotros, va más a allá de los fármacos actuales basados en proteínas y moléculas. Es un campo muy grande, como otro genoma, y considero que en industria va ser un área muy respetable”, vaticina.
La ceremonia se ha celebrado durante el EmTech España, la conferencia de tecnologías emergentes del MIT. El evento ha reunido durante dos días en Valencia a más de 30 expertos internacionales y 600 asistentes para analizar el desarrollo de las últimas innovaciones que ayuden a impulsar los futuros cambios económicos y sociales.
Ollé, que ha publicado parte de su trabajo en destacadas revistas científicas como Nature, ha sido galardonado por desarrollar, a partir del análisis del microbioma humano, fármacos que puedan modular estos organismos esenciales para funciones básicas del cuerpo humano. “El microbioma no solo va a ser importante en medicina, también va a tener un gran impacto en sectores como la alimentación”, ha destacado.
Innovación social
El otro galardón, el premio al innovador social, ha ido a manos de Karen Marquéz, una periodista de formación que ha creado una plataforma basada en tecnología cognitiva, inteligencia artificial e ingeniería de datos para personalizar y adaptar el aprendizaje infantil.
“Es un inyección de energía brutal para seguir adelante. Si antes era posible, ahora tenemos más crédito y responsabilidad”, ha señalado Márquez.
La plataforma Infantium aglutina contenido como juegos, ebooks y otras aplicaciones para recoger los datos de comportamiento de los niños en dispositivos digitales y , en función de sus respuestas, elabora un perfil cognitivo con una ruta de aprendizaje personalizada.
“Aunque aún hay mucha resistencia, el modelo de educación va a cambiar. El futuro es introducir modelos cognitivos que repliquen como piensa nuestro cerebro ya que cada uno de nosotros aprende de una manera distinta”, ha recalcado la fundadora de Infantium.
Los premios Innovadores menores de 35 son unos galardones que entrega la edición en español de MIT Technology Review con el apoyo del BBVA y reconocen cada año a más de 100 emprendedores en todo el mundo. “Todas estas personas tienen una valentía especial para fundar empresas que generen un cambio económico y social”, ha explicado Pedro Moneo, editor de la publicación y uno de los organizadores del evento.
Por su parte, Hugo Nájera, director de Innovación de BBVA, ha destacado que el apoyo a la innovación es el camino adecuado ya que el “el emprendimiento va a cambiar la industria actual”.
Esta actuación, que proporciona un innovador visualizador de imágenes, forma parte de las labores de asesoramiento experto científico-técnico en la gestión de la emergencia y la recuperación de las zonas afectadas por la DANA que presta el CSIC.
Las herramientas de código abierto están transformando el manejo de la esta enfermedad metabólica, a través de páncreas artificiales que permiten un control automatizado y personalizado de la glucosa. Este avance no solo mejora la calidad de vida de las personas con diabetes, sino que también abre el camino hacia tecnologías de salud accesibles y colaborativas.
