Emplean fibra óptica para monitorizar la actividad de volcanes en Islandia

Un estudio introduce un cable de fibra óptica para analizar el movimiento del magma del interior de la tierra en grietas y diques volcánicos cerca del municipio islandés de Grindavík. Mediante esta tecnología, los científicos pretenden obtener información crítica para la predicción de erupciones en zonas de alta actividad.

Imagen de la erupción que comenzó el 14 de enero de 2024. Esta erupción se produjo cerca de Grindavík y destruyó varias casas de la zona. / Protección Civil de Islandia/Björn Oddsson

Un equipo internacional, liderado por Jiaxuan Li del Instituto de Tecnología de California, en Estados Unidos, emplea un cable de fibra óptica para medir con detalle y de forma casi simultánea movimientos de lava en el sistema volcánico de Svartsengi, en la península de Reykjanes (Islandia).

Para ello, utilizaron una tecnología emergente con detección acústica distribuida (en español, DAS) que les ayudó a convertir los cables de telecomunicaciones en una red de sensores capaz de detectar cambios en el terreno.

Durante su investigación, publicada en la revista Science, el equipo científico registró nueve eventos de intrusión de magma de diques volcánicos en un año. Estos fenómenos geológicos son movimientos de lava en el interior de la capa terrestre que no llegan a salir a la superficie.

El equipo científico registró nueve eventos de intrusión de magma de diques volcánicos en un año

De estos eventos, seis llegaron a ser erupciones de fisuras, es decir grietas por las que brota magma al exterior; y tres se detuvieron antes de alcanzar la superficie.

La primera erupción ocurrió el 18 de diciembre de 2023 con fisuras que se extendieron un kilómetro desde los cráteres de Sundhúkur, al norte de Stóra- Skogfell. En cambio, la segunda se produjo cerca de Grindavík, donde destruyó varias viviendas a su paso y avanzó hasta el monte Hagafell.

El resto de los eventos magmáticos se mantuvieron en las zonas que se analizaron y no avanzaron mucho, salvo el último registrado, que se extendió dos kilómetros al norte de Stóra- Skogfell.

Cien kilómetros de sensores

Los investigadores desplegaron un sistema de monitoreo con un cable de fibra óptica de 100 kilómetros y lo convirtieron en una matriz de sensores con más de 10 .000 canales de grabación en la ciudad de Keflavík.

La tecnología utilizada les permitió detectar patrones de deformación —cambio en la posición del terreno— para cada evento volcánico. Esto mostró que la tasa de crecimiento de los diques alcanzaba su punto máximo entre 15 y 22 minutos antes del inicio de cada erupción.

La combinación de cables de fibra óptica con los sistemas clásicos podría abrir nuevas posibilidades de estudio de la actividad magmática

Según los autores, la DAS de baja frecuencia requiere procesamiento mínimo, por lo que es óptima para la alerta temprana y monitoreo en tiempo real del suelo terrestre.

De hecho, desde el 27 de febrero de 2024, el equipo de Li instaló un sistema de alerta temprana en colaboración con la Oficina Meteorológica de Islandia (IMO, por sus siglas en islandés).

Aunque las técnicas clásicas siguen siendo necesarias, la combinación con cables de fibra óptica podría abrir nuevas posibilidades de estudio de la actividad magmática como es el desplazamiento de fallas y deformaciones de laderas.

Referencia:

Jiaxuan Li. et al. Minute-scale dynamics of recurrent dike intrusions in Iceland with fiber-optic geodesy. Science. 2025

Fuente:
ITC
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