El estudio se ha publicado en la revista ‘Biological Invasions’

En el 75% de los zoos españoles hay riesgo de fuga de animales exóticos

Leones, osos, monos, cocodrilos, loros e iguanas son animales a primera vista inofensivos cuando están encerrados en los parques zoológicos. Pero algunas especies exóticas pueden escaparse y convertirse en especies invasoras. Así lo confirma un equipo científico que ha revisado 1.568 alojamientos de animales de 63 zoos españoles. Las aves son las que mayor riesgo de fuga tienen.

En el 75% de los zoos españoles hay riesgo de fuga de animales exóticos
Las aves son los grupos de animales con más probabilidades de fuga en los zoos españoles. Foto: SINC.

“Como los parques zoológicos albergan gran número de especies exóticas (no indígenas), el escape podría convertir a los parques zoológicos en una ruta de entrada para estas especies, con el potencial riesgo ambiental que esto conlleva”, explica a SINC María C. Fàbregas, autora principal del trabajo e investigadora en la Unidad de Etología y Bienestar Animal de la Universidad Cardenal-Herrera (UCH) CEU de Valencia.

En el estudio, que se ha publicado en la revista Biological Invasions, se revisó la seguridad de los alojamientos frente al riesgo de fuga de los animales. El 75% de los parques zoológicos estudiados están afectados por el problema, y el 14% de los alojamientos evaluados son “inseguros” frente a la posibilidad de escape.

“Las especies peligrosas para la salud pública suelen estar en alojamientos seguros, pero las que pueden representar un peligro para el medio ambiente si escapasen (las especies invasoras) tienden a estar en alojamientos inseguros”, señala Fàbregas. Según la investigación, las aves son el grupo con mayor porcentaje de alojamientos inseguros.

A partir de un informe realizado en 2003 por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), el equipo de investigación evaluó 30 alojamientos en cada uno de los 63 parques zoológicos. En España, existían en ese momento 83 parques zoológicos. En la actualidad, el MARM está completando el primer inventario de parques zoológicos y acuarios de España.

“De los 1.568 alojamientos evaluados, 221 eran inseguros frente al escape de las especies que alojaban, 167 de ellos alojaban especies no indígenas (potencialmente peligrosas para el medio ambiente), de los cuales 21 alojamientos albergaban especies invasoras”, apunta la científica.

En el 71% de alojamientos inseguros, los animales podían escaparse superando la barrera física del alojamiento. El resto podía huir “porque el público podía liberarlos o extraerlos de su recinto”.

Los zoos, fuentes de especies invasoras

“Las especies invasoras constituyen una de las primeras causas de pérdida de biodiversidad, pero también tienen efectos negativos en la salud humana, la agricultura y la economía. Controlar las rutas de entrada es la medida más eficaz para frenar esta amenaza”, asegura la investigadora.

Aunque muchas especies “potencialmente” invasoras son “inofensivas para el ser humano” –algunas son incluso mascotas como el galápago de Florida (Trachemys scripta), las iguanas verdes (Iguana iguana), los loros o los periquitos-, sí son “peligrosas” para el medio ambiente si se escapan.

Según el equipo, los zoos, ya reconocidos como fuente de especies invasoras, deben adoptar “todas las medidas que estén a su alcance para evitar el escape de las especies que albergan”. “Prevenir la introducción de especies no indígenas es la medida más eficaz para hacer frente al problema de las invasiones biológicas”, manifiesta Fàbregas.

Para los científicos, alertar a los parques zoológicos sobre el peligro ambiental de las especies no indígenas “es de suma importancia para prevenir su escape”. Los zoológicos son además una herramienta importante de educación para el público.

Los investigadores proponen además aplicar un plan de emergencia frente al escape accidental de animales, no sólo para las especies peligrosas para el público, sino también para aquellas que lo son para el medio ambiente.

Entre otras medidas, los científicos recomiendan no dejar a los animales deambular de forma libre dentro de los límites del parque, y asegurar una barrera física que delimite el perímetro del zoo e impida la fuga de ejemplares a través de sumideros, desagües o cualquier otro tipo de canalización.

Una medida ya habitual en algunos parques zoológicos es un sistema de depuración de aguas residuales, sobre todo los que contienen acuarios o están cerca de la costa. El objetivo, impedir la salida de patógenos y parásitos, y “de cualquier otro material biológico potencialmente peligroso (semillas, larvas, fragmentos de plantas acuáticas, etc.)”, apostilla Fàbregas.

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Referencia bibliográfica:

Fàbregas, María C.; Guillén-Salazar, Federico; Garcés-Narro, Carlos. “The risk of zoological parks as potential pathways for the introduction of non-indigenous species” Biological Invasions 12(10): 3627-3636, octubre de 2010.

Fuente: SINC
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