La Comisión Europea ha adoptado hoy una propuesta de Recomendación del Consejo en la que se pide a todos los Estados miembros que, como máximo en 2012, introduzcan leyes para proteger a los ciudadanos de la exposición al humo de tabaco.
El tabaco sigue siendo la mayor causa de muerte prematura y de enfermedad en la Unión Europea. Según cálculos prudentes, 79.000 adultos, entre los que se encontraban 19.000 no fumadores, murieron en la Europa de los 25 en 2002 por exposición al humo de tabaco en el hogar (72.000) y en su lugar de trabajo (7.300).
En palabras de la Comisaria de Salud, Androulla Vassiliou: "todos y cada uno de los europeos merecen una protección plena contra el humo de tabaco. Existe un gran apoyo por parte de la opinión pública y colaboraremos con los Estados miembros para que dicha protección se haga realidad".
Actualmente, diez países de la UE tienen en vigor leyes antitabaco exhaustivas. El Reino Unido e Irlanda tienen las disposiciones antitabaco más estrictas, con la prohibición total del fumar en los lugares públicos cerrados, el transporte público y los lugares de trabajo. Bulgaria seguirá sus pasos en 2010. De una reciente encuesta del Eurobarómetro se desprende que la popularidad de las políticas antitabaco ha aumentado, ya que el 84 % de los europeos están a favor de que las oficinas y otros lugares de trabajo interiores estén libres de humo; el 77 % de ellos está a favor de que los restaurantes estén libres de humo, y el 61 % apoya que los bares y pubs también lo estén.
Sobre los entornos sin humo
La Recomendación pide a los Estados miembros que actúen en tres frentes principales. En primer lugar, la adopción y la aplicación de leyes que protejan plenamente a sus ciudadanos contra la exposición al humo de tabaco en los lugares públicos cerrados, los lugares de trabajo y el transporte público, como se establece en el artículo 8 del Convenio Marco para el Control del Tabaco, en un periodo de tres años a partir de la adopción de la Recomendación; Además, piden la mejora de las leyes antitabaco mediante medidas de apoyo, como la protección de los niños, el fomento de los esfuerzos por dejar de fumar y las advertencias gráficas en los paquetes de tabaco. Por último, el refuerzo de la cooperación a escala de la UE mediante la creación de una red de centros de referencia nacionales para el control del tabaco.
Todos los Estados miembros tienen algún tipo de normativa destinada a limitar la exposición al humo de tabaco ajeno y sus efectos dañinos sobre la salud. El alcance y las características de estas diferentes normativas varían. Hasta ahora, diez Estados miembros de la UE protegen plenamente contra la exposición al humo de tabaco. En Irlanda y el Reino Unido está vigente la prohibición total de fumar en todos los lugares públicos y lugares de trabajo cerrados, incluidos bares y restaurantes.
Está previsto que, en junio de 2010, entre en vigor una prohibición similar en Bulgaria. Italia, Malta, Suecia, Letonia, Finlandia, Eslovenia, Francia y los Países Bajos han introducido una legislación antitabaco que prevé salas especiales cerradas para fumadores. Sin embargo, en los demás Estados miembros, los ciudadanos y los trabajadores siguen sin estar plenamente protegidos contra la exposición al humo de tabaco en los lugares de trabajo y lugares públicos interiores.
A comienzos de los noventa, algunas Directivas de la UE sobre salud y seguridad en el trabajo introdujeron restricciones sobre el consumo de tabaco en el lugar de trabajo. Una Resolución del Consejo de 1989 y la Recomendación sobre la prevención del tabaquismo, de 2002, invitaban a los Estados miembros a proteger contra el humo de tabaco en el ambiente en los lugares de trabajo interiores, los lugares públicos cerrados y los transportes públicos. Además de estas medidas legislativas, las campañas antitabaco en los medios de comunicación «Feel free to say no» (atrévete a decir no) y «HELP: Por una vida sin tabaco» destacaron, entre otras cosas, los peligros del tabaquismo pasivo.
En 2007, la Comisión inició un debate público sobre la mejor forma de promover entornos sin humo en la UE a través de su Libro Verde Hacia una Europa sin humo de tabaco: opciones políticas a escala de la UE.
El Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) —el primer Tratado de todos los tiempos en materia de salud pública— ha sido firmado por todos los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, hasta la fecha, ha sido ratificado por ciento sesenta y cuatro Partes, entre las que se encuentran la Comunidad y veintiséis de sus Estados miembros. La CE dirige las negociaciones sobre el protocolo del CMCT sobre el comercio ilícito del tabaco y ha desempeñado un papel activo en el proceso de aplicación del Convenio.
En julio de 2007, la Segunda Conferencia de las Partes en el Convenio adoptó unas directrices exhaustivas sobre la protección contra la exposición al humo de tabaco ajeno que fijó el «patrón oro» que debían seguir las Partes. La Comunidad ayudó a elaborar las directrices.