La broncoscopia guiada, eficaz en el diagnóstico del 75% de los nódulos pulmonares de más de dos centímetros

Un broncoscopio guiado mediante navegación electromagnética consigue tomar muestras del 75% de los nódulos pulmonares de más de dos centímetros de tamaño, según informa el doctor Luis Seijo, especialista en Neumología de la Clínica Universitaria de Navarra. Se trata del centro hospitalario español que acumula mayor experiencia en la utilización de este novedoso equipo que permite llegar hasta la lesión pulmonar de forma endoscópica. Con ello se evita recurrir a la cirugía o la punción transtorácica, con lo que se reduce el riesgo para el paciente.

La broncoscopia guiada, eficaz en el diagnóstico del 75% de los nódulos pulmonares de más de dos centímetros
El doctor Luis Seijo, especialista del departamento de Neumología de la Clínica Universitaria de Navarra. Foto: Manuel Castells.

“El fundamento de la broncoscopia dirigida mediante navegador –describe el especialista- consiste en llegar por el interior del árbol bronquial hasta el lugar donde se sitúa el nódulo dentro del cuerpo del paciente, guiado por un sistema que revela en todo momento la posición del instrumento que se utiliza para hacer la biopsia”. En el caso del pulmón, el sistema está dotado de una sonda electromagnética que sirve de guía. Al llegar al nódulo, la sonda se sustituye por una pinza de biopsia o por una aguja de citología, instrumental que permite obtener una muestra de la lesión. El sistema también facilita el muestreo de adenopatías o ganglios mediastínicos.

Para iniciar la broncoscopia es necesario planificar previamente la intervención con los datos obtenidos a partir de un TAC convencional de tórax. La información se traslada a un software que recrea de forma virtual el árbol bronquial del paciente. “En las imágenes de ordenador, el especialista debe marcar puntos de referencia que le permitan después, en tiempo real, navegar hasta el nódulo”, apunta el doctor Seijo.

Técnica

El equipo de navegación crea un campo electromagnético que engloba el tórax del paciente y consigue ubicar la sonda en las tres dimensiones espaciales dentro del árbol bronquial. La técnica permite conocer en todo momento la orientación de la sonda, así como la distancia y dirección que la separan de la lesión que se pretende diagnosticar.

Una vez introducido el broncoscopio por vía oral o nasal, se deben marcar en tiempo real los mismos puntos de referencia que los previstos en la planificación virtual. El sistema calcula en todo momento la posición de la sonda dentro del tórax. “La sonda electromagnética avanza por el interior de las ramificaciones bronquiales del paciente, insertada dentro de un canal extensible de trabajo. Una vez alcanzada la diana, el canal extensible puede fijarse para sustituir la sonda por el instrumental necesario para tomar una muestra de tejido de la lesión”, explica el especialista de la Clínica Universitaria de Navarra.

El riesgo de este procedimiento diagnóstico es considerablemente menor que el de la punción transtorácica o el de una toracotomía “La incidencia de neumotórax provocados por la técnica transtorácica convencional es de un 20%, mientras que mediante broncoscopia guiada por navegación se reduce a un 6%”.

Fuente: CUN
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