La contaminación lumínica hace que las aves canten 50 minutos más al día

Un estudio de más de 500 especies de pájaros diurnos revela que la contaminación lumínica por parte de los humanos provoca que las aves tengan días más largos. Aunque los efectos biológicos no están claros, podría disrumpir su descanso y su necesidad calórica, especialmente en épocas de cría. 

La contaminación lumínica, como las farolas, causa que las aves canten 50 minutos más al día. / Unsplash
La contaminación lumínica, como las farolas, causa que las aves canten 50 minutos más al día. / Unsplash

La contaminación lumínica en las ciudades está provocando que las aves de todo el mundo canten alrededor de 50 minutos más cada día, según un nuevo estudio liderado por la Universidad del Sur de Illinois (EE UU). Los detalles se publican esta semana en la revista Science.

Se considera contaminación lumínica cualquier forma de luz generada por el ser humano durante la noche, como farolas y ventanas iluminadas en rascacielos 

Aunque los autores reconocen que se desconocen los efectos biológicos exactos de esta disrupción, advierten que podría suponer una pérdida notable de descanso para las aves y una mayor necesidad calórica diaria, especialmente en la temporada de cría.

Brent Pease, investigador de la universidad estadounidense y autor del trabajo, explica a SINC que se considera contaminación lumínica cualquier forma de luz generada por el ser humano durante la noche, como farolas, ventanas iluminadas en rascacielos o faros de vehículos.

“Estas luces han alterado muy rápidamente en la escala evolutiva los ciclos naturales de luz y oscuridad que los organismos utilizan como horarios de vida”, dice Pease.

Más de 2,5 millones de observaciones

En el trabajo, el equipo analizó 2,6 millones de observaciones del inicio del canto (por la mañana) y 1,8 millones de observaciones del cese (por la tarde). Los datos proceden del proyecto BirdWeather, que incluye grabaciones de científicos voluntarios, monitorización automatizada de la biodiversidad y aprendizaje automático.

Aunque el aumento de tiempo de canto fue consistente entre regiones, variaba entre especies y estaciones

En total, se examinaron más de 500 especies de aves diurnas. Además, se incluyeron mediciones de luz artificial nocturna a partir de imágenes satelitales para cuantificar la contaminación lumínica.

“Lo que observamos fue que, en zonas con contaminación lumínica, las aves cantan más temprano por la mañana y más tarde por la noche en comparación con las condiciones naturales”, señala el investigador. En la práctica, el día es 50 minutos más largo para las aves en zonas con contaminación lumínica.

El efecto fue generalmente consistente en todas las regiones, aunque la sensibilidad a la luz variaba drásticamente entre especies y estaciones.

Efectos biológicos sin esclarecer

Según Pearse, no está claro si esta variación tiene efectos positivos o negativos. “Estos 50 minutos adicionales de actividad al día pueden suponer una pérdida notable de tiempo de descanso, que se produce principalmente durante la temporada de cría, un periodo ya de por sí exigente para las aves”, señala.

El investigador explica que esta pérdida de tiempo de descanso puede dar lugar a necesidades calóricas adicionales, lo que puede suponer un reto para algunos grupos de especies, como los insectívoros aéreos, cuya fuente de alimento ha disminuido rápidamente.

Esta actividad adicional también puede traducirse en un aumento del tiempo de búsqueda de alimento y, potencialmente, en un aumento de la reproducción

Brent Pease, Universidad del Sur de Illinois (EE UU)

“Por otro lado, 50 minutos adicionales de actividad pueden traducirse en un aumento del tiempo de búsqueda de alimento y, potencialmente, en un aumento de la reproducción”, añade Pearse.  

Sin embargo, Pease reconoce que, aunque el conjunto de datos era extenso, la base de datos de BirdWeather “tiene un muestreo limitado de zonas de latitudes altas como Alaska y en regiones tropicales”.

Aun así, los autores subrayan que existen otros mecanismos claros por los que la contaminación lumínica es perjudicial para las aves, como colisiones con edificios y la disminución de las poblaciones de insectos, que son fuentes de alimento importantes para muchas especies de aves. Por eso, llaman a la población y a las autoridades a hacer esfuerzos para mitigar esta contaminación.

Referencia:

Brent S. Pease, Neil A. Gilbert. Light pollution prolongs avian activity. Science (2025).

Fuente:
SINC
Derechos: Creative Commons.
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