La pérdida de la humedad amenaza los árboles de los bosques de niebla

Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) estudian la situación de los bosques de niebla andinos, evidenciando la degradación por cambios en la vegetación y pérdida de diversidad de estos ecosistemas, cuya superficie actual apenas llega al 10% de la que ocuparon originalmente.

La pérdida de la humedad amenaza los árboles de los bosques de niebla
Interior de un bosque de niebla. Foto: UPM.

A pesar de su fragilidad, los bosques de niebla han mantenido gran parte de su biodiversidad. Localizados sólo en determinados puntos del planeta donde las condiciones de humedad son muy elevadas, estos ecosistemas singulares y de gran belleza originan un manto de nubes que diariamente cubre el bosque.

Su importancia radica no sólo en su valor ecológico, ya que son una de las zonas con mayor biodiversidad del planeta, sino también, como en el caso de los Andes, por actuar como “reguladores del agua” de la cuenca amazónica.

Investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid han estudiado la situación actual de la vegetación en un bosque de niebla andino. Disminución del número de especies y un excesivo aumento de arbustos, que impiden el desarrollo de los grandes árboles que antes ocupaban toda la zona, son algunas de las amenazas de estos ecosistemas, según alertan los investigadores españoles, para los que la principal causa es la acción directa del hombre, a la que suman las condiciones ambientales, que también afectan negativamente.

La superficie actual que ocupan los bosques de niebla no llega a un 10% de lo que ocuparon originalmente. La principal causa de su desaparición ha sido la acción directa del hombre (tala para cambio de uso del suelo), aunque no es la única amenaza. Por su fragilidad, cualquier cambio en las condiciones ambientales puede afectar negativamente al ecosistema.

Pérdida ecológica

En este estudio(1)(2) sobre la vegetación de un bosque de niebla andino, se ha puesto en evidencia la pérdida ecológica que se está produciendo en semejantes ecosistemas. Para llegar a este resultado, los expertos de la ETSI de Montes de la UPM realizaron un primer análisis donde se comparó la riqueza de especies del arbolado adulto con la riqueza de especies del arbolado joven. Un análisis posterior estudió la dinámica entre dos grupos de especies: un primer grupo, compuesto por especies que necesitan una elevada humedad ambiental para su desarrollo, y otro con especies menos exigentes, que se regeneran bien aunque la humedad ambiental sea menor. El estudio ha comparado la proporción de ambos grupos entre los árboles adultos y los árboles jóvenes.

En los resultados del primer análisis se observó que muchas especies de árboles que antes aparecían por toda el área boscosa, ahora sólo encuentran zonas adecuadas para su desarrollo en terrenos más interiores del bosque (las zonas más refugiadas).

En el segundo análisis, se observó que las especies que necesitan más humedad tan solo están regenerándose en las zonas del bosque donde hay pequeños valles, por donde transcurren cursos de agua constantemente, o en las zonas de mayor altitud, donde la temperatura es menor y la humedad mayor.

Disminución de la humedad

Todo parece indicar que la razón por la que estos dos fenómenos están sucediendo de forma simultánea es que las condiciones de elevada humedad, esenciales para que existan los bosques de niebla, han disminuido. El grado de humedad que antes había en todo el bosque ahora sólo se mantiene en el interior y cerca de las zonas por donde transcurren riachuelos, de ahí que los árboles se refugien en las zonas interiores y más húmedas del bosque. Asimismo, estudios recientes han demostrado que ha aumentado la altitud a la que aparece el cinturón de nubes en los Andes, y las especies con mayores requerimientos de humedad “siguen” a las nubes hacia zonas más altas, donde encuentran las condiciones adecuadas para su desarrollo.

Aunque, como ya se ha dicho, la principal causa de desaparición de estos bosques es la tala directa, en este trabajo se ha corroborado una segunda amenaza: si la extensión del bosque no es suficientemente elevada, muchas especies ya no se regenerarán, y si las condiciones climáticas cambian, los bosques tal y como hoy los conocemos no se podrán adecuar a las nuevas condiciones y darán paso a un bosque más degradado.

La conclusión de este estudio evidencia la necesidad de adoptar medidas urgentes de protección y gestión en estas zonas, que raras veces se están ejecutando o se ven obstaculizadas por el contexto político y socio-económico de los países en los que aparecen estos bosques.

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Referencia bibliográfica:

(1) Ledo, A., Montes, F., Condés, S. 2009. Species dynamics in a montane cloud forest: Identifying factors involved in changes in tree diversity and functional characteristics. Forest Ecology and Management, 258S: 75-84

(2) Ledo, A., Montes, F., Condés, S. 2008. Response to disturbances in a montane cloud forest: decrease in biodiversity and change in functional characteristics. IUFRO Conference: Biodiversity in Forest Ecosystems and Landscapes Kamloops, BC, Canada.

Fuente: Universidad Politécnica de Madrid
Derechos: Creative Commons
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