La profesora estadounidense Claudia Goldin ha sido reconocida con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas por sus investigaciones sobre la brecha de género en el mercado de trabajo. La economista publicó en 1990 una influyente obra en la que analiza las causas de las diferencias salariales y propone soluciones.
El Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Economía, Finanzas y Gestión de Empresas ha sido concedido en su undécima edición a la profesora estadounidense Claudia Goldin “por sus innovadoras contribuciones al análisis histórico económico del papel de la mujer en la economía y por su análisis de las causas de la brecha de género”, según el acta del jurado.
“Se la acredita como la creadora del campo del análisis empírico de la brecha de género”, ha explicado el jurado tras dar a conocer el fallo.
La economista –primera mujer en conseguir una posición laboral fija en los departamentos de Economía de las Universidades de Pensilvania y Harvard– publicó en 1990 el libro Understanding the gender gap An Economic History of American Women (1990), donde analiza las causas de las diferencias salariales entre hombres y mujeres.
En sus páginas combina largas series temporales históricas sobre la brecha de género en el mercado de trabajo con las teorías económicas sobre determinación de salarios, participación en el empleo y discriminación, para rastrear la historia económica de las mujeres estadounidenses.
“Aunque el libro se ocupa de analizar un país, Estados Unidos, sus resultados son aplicables a otros países”, ha asegurado la autora tras conocer el galardón.
Goldin apunta como origen de la discriminación salarial la utilización creciente de los mecanismos de promoción con la expansión del trabajo administrativo, en contraste con los mecanismos de pago por unidad de trabajo realizada que predominaban entre las mujeres empleadas en las manufacturas a principios del siglo XX.
Su investigación también estudia cómo han variado las aspiraciones de las mujeres a lo largo del siglo XX. Si bien a principios del siglo tenían que elegir entre trabajo como medio de subsistencia o familia, a partir de los años 20 eligieron anteponer el trabajo.
En los años 40 esa relación se invirtió, y en los 60 se introdujo el concepto de carrera, que se situó por delante de la familia, hasta llegar al momento actual, a partir de los años 80 en que las mujeres quieren compaginar carrera y familia.
En Understanding the gender gap también observa que aunque hoy seguimos conviviendo con las diferencias de género, éstas se han reducido a lo largo del tiempo.
“Sobre todo, la reducción de las diferencias se debe a cambios educativos que dan a las mujeres el empoderamiento necesario para desarrollar sus carreras profesionales”, asegura la investigadora.
“Hemos heredado del pasado diferencias sociales y culturales”, explica la profesora al desgranar las causas de la brecha salarial. Una de las principales es un tipo de organización del trabajo que hace que los empleados que trabajan más horas sean más valiosos para sus empresas.
Para ella, la brecha salarial cambia a lo largo de la vida del trabajador. Es pequeña cuando termina la educación y empieza la carrera profesional, pero se incrementa con la edad. El punto clave es que aumenta cuando las mujeres se casan y empiezan a tener hijos.
“Se espera y se asume que las mujeres deben disfrutar una baja por maternidad, pero no se espera lo mismo de los hombres. Es necesario que esta actitud cambie para que deje de pensarse que el hombre que disfruta de una baja por paternidad no es un buen trabajador”, sostiene.
La solución que propone es que se establezcan grupos de trabajadores que puedan apoyarse. Si se asume que todos los individuos del grupo pueden disfrutar de sus bajas y se pueden cubrir los unos a los otros en esos periodos, no se produce un gran impacto en la empresa.
El jurado del premio también destaca su influyente artículo Orchestrating Impartiality: The Impact of Blind Auditions on the Sex Composition of Orchestras, en el que demuestra, recopilando datos sobre la contratación de músicos en las orquestas por medio de las “audiciones ciegas”, la existencia del sesgo de género en las decisiones.
Otra de sus contribuciones que aparece en el acta es The power of the pill: Oral Contraceptives and Women´s Career and Marriage Decisions, artículo en el que demuestra que tras la popularización de la píldora anticonceptiva, las mujeres elegían cursar estudios de nivel superior, anteponían sus carreras profesionales y postergaban el matrimonio.
Finalmente, el jurado menciona su libro The race between education and technology, con L. F. Katz, en el que contribuye “al análisis de las tendencias recientes en cuanto a desigualdad salarial y de ingresos” enfatizando el papel de la educación en los resultados económicos.